La historia de Saab está llena de muchos momentos oscuros y difíciles, véase la situación de crisis actual, pero también momentos espléndidos y modelos apasionados y apasionantes. El más claro ejemplo lo tenemos en el Saab Sonett de los años 50, fruto del deseo de un desarrollador de motores de la marca y aficionado a la competición llamado Rolf Melide que se juntó con un grupo de amigos para diseñar un roadster biplaza en una granja muy cerquita de Trollhättan, apenas a unos kilómetros del centro neurálgico de toda la actividad de Saab.
El Saab Sonett, o 94, llegaría definitivamente en 1956 y un motor de tres cilindros y 748 cm3 de apenas 57.5 kilogramos, más que suficientes para su chasis ultraligero de 600 kilogramos. En definitiva se postulaba como una alternativa asequible y modesta al Porsche 550 Spyder reinante en aquella época y se planificó una producción de 2.000 unidades. Pero el proyecto quedaría en el olvido y sólo se construirían seis unidades en cuanto en tanto la imposición de construir un modelo de producción para competir (el verdadero objetivo de Saab) fue eliminada de la normativa de las carreras del panorama europeo.
Más tarde el Sonett tendría una segunda, y hasta una tercera, vida en los años 60.
A comienzos de los 60 un ingeniero del MIT y un diseñador de aviones se unieron para sugerir de manera independiente a Saab un flamante roadster biplaza con componentes de Trollhättan. Como resultado nacería un prototipo y un modelo definitivo denominado Sonett II del que se construyeron más de 200 unidades, esta vez con techo cubierto.
Lo mejor llegaría un poquito más tarde, en 1967, cuando con objeto de conquistar al mercado norteamericano se hizo un transplante de motor abandonando la vieja mecánica de dos tiempos por un cuatro cilindros en uve procedente del Ford Taurus, naciendo así el Sonett V4. Su chasis ligero y su construcción en fibra de vidrio permitirían que con apenas 65 CV alcanzase los 160 km/h y un 0 a 100 km/h en sólo 12.5 segundos.
El Sonett V4 era construido en Suecia y ya incluía algunos avances en seguridad de lo más interesantes para la época tales como cinturones de tres puntos, jaula de seguridad, asientos deportivos de tipo bucket con soportes y respaldo reforzados para proteger en caso de impacto. Pero la imposición en los años 70 de nuevas medidas anticontaminación y algunas críticas acerca de su diseño hicieron que se viera abocado a una profunda remodelación.
En 1970 nacía el Sonett III, basado en su hermano mayor el Sonett V4. Para su creación Saab recurrió a los servicios del italiano Sergio Coggiola y uno de sus diseñadores y compatriotas estrella, Gunnar A. Sjögren, quienes tendrían el cometido de simplificar la carrocería para reducir los costes de fabricación. Es por eso que se abandonarían detalles como el capó abultado que fue sustituido por una rejilla de ventilación “postiza”.
La crisis del petróleo precipitaría su desaparición, no obstante se llegarían a construir 8.368 unidades del Sonett III entre 1970 y el fin de su producción en 1974.
Hoy en día se conservan algunos de estos deportivos en Estados Unidos, sobretodo el Sonett II, y en buen estado pueden costar perfectamente entre 30.000$ y 50.000$, o lo que es lo mismo, como un Chevrolett Corvette 2012 nuevecito…