Tal cual
Seis años lleva la DGT experimentando con el radar aerotransportado Pegasus y acaba de conseguir homologarlo, justo a tiempo para cazar incautos en la Semana Santa. En realidad técnicamente no es un radar propiamente dicho, ya que no emite ningún tipo radiación electromagnética para calcular la velocidad de los coches.
El sistema Pegasus va acoplado a uno de los helicópteros de la DGT, en una esfera situada en la punta de un brazo que permite orientar su ojo prácticamente en cualquier dirección. El Centro Español de Metrología ha dado su visto bueno a este sistema único en el mundo y en cuyo desarrollo ha colaborado España, aunque la tecnología es canadiense. Recibida la homologación, ya puede realizar mediciones desde el aire siendo indetectable.
No se puede detectar porque como ya hemos mencionado, al contrario que los radares convencionales este no utiliza ondas de radio para calcular la velocidad de los automóviles. El operador de la cámara, con un joystick en la parte trasera del helicóptero solo tiene que dirigir la cámara hacia el vehículo a vigilar, que bloquea la retícula en el vehículo.
La cámara tiene dos objetivos, uno convencional para orientar el dispositivo hacia el vehículo objetivo y un teleobjetivo que graba en HD con el que se capta la matrícula del coche para tramitar la denuncia. El cálculo se realiza utilizando un sistema que incluye telémetros láser, indetectables.
Para hacer la medición solo se necesitan 9 segundos, en los que el helicóptero debe tener una línea de visión clara del vehículo a controlar, estar a menos de un kilómetro de distancia del objetivo y a menos de trescientos metros de altura. En esos 9 segundos, Pegasus realiza tres mediciones y calcula la media, que será la que se utilice para la denuncia.
Su margen de error es más pequeño que el de los radares convencionales, de solo un 3% y puede medir velocidades de hasta 360 km/h (no demos ideas). Los vuelos del helicóptero son de aproximadamente dos horas, en los que si se pudiese variar de objetivo instantáneamente y tirando de calculadora, podrían controlar hasta 800 vehículos. Obviamente esta cifra exigiría una precisión perfecta del operador del Pegasus y que no perdiese tiempo apuntando a los coches, pero nos da una idea del destrozo que puede hacer de las capacidades de este sistema.
Según lo dicho por María Seguí durante la presentación de este sistema que pasará a estado operativo mañana mismo, el Pegasus se va a utilizar durante esta Semana Santa para vigilar las vías secundarias, las de dos sentidos y un carril por sentido, las que más complicado es vigilar con radares convencionales.
Quizá hagan rentable tener al helicóptero volando las 24 horas. Avisados quedamos.
Seis años lleva la DGT experimentando con el radar aerotransportado Pegasus y acaba de conseguir homologarlo, justo a tiempo para cazar incautos en la Semana Santa. En realidad técnicamente no es un radar propiamente dicho, ya que no emite ningún tipo radiación electromagnética para calcular la velocidad de los coches.
El sistema Pegasus va acoplado a uno de los helicópteros de la DGT, en una esfera situada en la punta de un brazo que permite orientar su ojo prácticamente en cualquier dirección. El Centro Español de Metrología ha dado su visto bueno a este sistema único en el mundo y en cuyo desarrollo ha colaborado España, aunque la tecnología es canadiense. Recibida la homologación, ya puede realizar mediciones desde el aire siendo indetectable.
No se puede detectar porque como ya hemos mencionado, al contrario que los radares convencionales este no utiliza ondas de radio para calcular la velocidad de los automóviles. El operador de la cámara, con un joystick en la parte trasera del helicóptero solo tiene que dirigir la cámara hacia el vehículo a vigilar, que bloquea la retícula en el vehículo.
La cámara tiene dos objetivos, uno convencional para orientar el dispositivo hacia el vehículo objetivo y un teleobjetivo que graba en HD con el que se capta la matrícula del coche para tramitar la denuncia. El cálculo se realiza utilizando un sistema que incluye telémetros láser, indetectables.
Para hacer la medición solo se necesitan 9 segundos, en los que el helicóptero debe tener una línea de visión clara del vehículo a controlar, estar a menos de un kilómetro de distancia del objetivo y a menos de trescientos metros de altura. En esos 9 segundos, Pegasus realiza tres mediciones y calcula la media, que será la que se utilice para la denuncia.
Su margen de error es más pequeño que el de los radares convencionales, de solo un 3% y puede medir velocidades de hasta 360 km/h (no demos ideas). Los vuelos del helicóptero son de aproximadamente dos horas, en los que si se pudiese variar de objetivo instantáneamente y tirando de calculadora, podrían controlar hasta 800 vehículos. Obviamente esta cifra exigiría una precisión perfecta del operador del Pegasus y que no perdiese tiempo apuntando a los coches, pero nos da una idea del destrozo que puede hacer de las capacidades de este sistema.
Según lo dicho por María Seguí durante la presentación de este sistema que pasará a estado operativo mañana mismo, el Pegasus se va a utilizar durante esta Semana Santa para vigilar las vías secundarias, las de dos sentidos y un carril por sentido, las que más complicado es vigilar con radares convencionales.
Quizá hagan rentable tener al helicóptero volando las 24 horas. Avisados quedamos.