Un Ferrari 250 GTO ha sido subastado recientemente por la mareante cifra de 20,2 millones de libras esterlinas, algo más de 24 millones de euros.
Ciertamente no es el vehículo por el que más dinero se ha pagado en la historia del automovilismo, récord que ostenta de momento un Bugatti 57 SC de 1936 por el que su propietario pagó en subasta, en su día, una cifra desconocida entre los 30 y 40 millones de dólares, pero sin duda este Ferrari 250 GTO también figura en esa lista de coches más caros de todos los tiempos. ¿También existe la burbuja subastera? Al menos no para quien lo ha vendido, que en tan sólo cuatro años ha ganado nada menos que 5,37 millones de euros con su compra y posterior venta.
Tan sólo se construyeron 39 unidades entre 1962 y 1964, partiendo de la base de los Ferrari 250 GT SWB.
Su destino inicial era la competición (de ahí la denominación “Omologata” siguiendo al “Gran Turismo” para completar las siglas GTO). En su diseño y fabricación figuran nombres ilustres como Bizarrini, Mauro Forghieri o Sergio Scaglietti, y su motor, procedente del Ferrari 250 Testa Rossa, era un V12 de 3.0 litros con 300 CV que le permitía alcanzar más de 280 km/h.
De esta unidad no hay muchos más detalles. Tan sólo se sabe que su número de chasis es el 5095 y que el vendedor fue el británico Jon Hunt, que a su vez lo había comprado en 2008 por una cifra que rondaba los 15,7 millones de libras. Si tenemos en cuenta que ahora lo ha vendido por 20,2 millones de libras, en poco más de tres años se ha embolsado con la transacción 4,5 millones de libras, algo más de cinco millones de euros. Buen negocio, sin duda.