- La medida es una protesta contra el encarecimiento de combustibles y peajes
- El Gobierno considera la paralización 'precipitada' y 'poco ponderada'
- En 2008, durante la anterior huelga de transportistas murieron dos camioneros
empresas de transporte de mercancías de Portugal están en huelga
indefinida desde este lunes para protestar por el encarecimiento de los
combustibles y de los peajes. Los transportistas lusos prometen no
arrancar sus camiones mientras el gobierno de Lisboa no encuentre una
solución a sus reivindicaciones. Entre otras, los camioneros de
Portugal exigen la creación de un gasóleo profesional y descuentos en
las autopistas en las que recientemente se han implementado los peajes.
El sábado, unas 600 empresas de transporte se reunieron en Pombal, en el
centro del país, para concertar una protesta conjunta, en presencia de
los responsables de las tres asociaciones del sector. Durante la
reunión, uno de los transportistas preguntó si secundaban una huelga indefinida, con la que estuvo de acuerdo el 99% de los presentes. Tras la postura unánime de los transportistas, las Asociaciones convocaron la paralización.
Pedro Morais, dirigente de ATTIMA (Asociación de Transportadoras de
Tierras, Inertes y Afines) afirmó que se trata de una "protesta
pacífica" que espera no sea aprovechada por algunos asociados con "ánimos más exaltados",
y desea a toda costa evitar los incidentes violentos. Aún así, la
Guardia Nacional Republicana acompañará de cerca la huelga, con
patrullas en las carreteras, para impedir posibles bloqueos.
Un trágico precedente
En 2008, durante la anterior huelga de transportistas portugueses, que
paralizó prácticamente a todo el país, dos camioneros murieron
atropellados y dos camiones fueron incendiados. Entonces, también
protestaban por el elevado precio de los combustibles.
Esta vez, a las reivindicaciones se suma la exigencia de descuentos en
los peajes de las autovías que el gobierno pretende hacer de pago. La
primera en sufrir la medida del ejecutivo de Lisboa para recaudar más
dinero con el que hacer frente a la crisis ha sido la A-28, que une
Galicia con la ciudad de Oporto. A partir del próximo 15 de abril,
la medida se ampliará a otras carreteras del país que conectan con
Castilla y León y Andalucía y que son frecuentemente utilizadas por los
camioneros, tanto portugueses como españoles.
Posible desabastecimiento
Ante la falta de respuesta del gobierno, los transportistas portugueses
prometen prolongar indefinidamente la paralización, que podrá afectar al
abastecimiento de supermercados. En 2008, también se vio afectado el tráfico aéreo, por falta de combustible para repostar los aviones en los principales aeropuertos del país, lo que obligó a la policía a escoltar vehículos con gasolina.
Desde el gobierno, el ministro de Economía, José Vieira da Silva, ha
afirmado que la paralización podrá tener "costes excesivos para la
economía portuguesa", añadiendo que un sector tan importante como es el
del transporte de mercancías no puede estar "parado por tiempo
indefinido". El ministro, que actualmente negocia con las asociaciones,
admite las dificultades por las que atraviesa el sector, pero defiende
que su ejecutivo está "abierto a encontrar las mejores soluciones",
por lo que considera la paralización "precipitada" y "poco ponderada"
teniendo en cuenta las consecuencias negativas que puede suponer para la
economía lusa, ya de por sí bastante deteriorada.