Más españoles atrapados en el extranjero con falsos contratos de trabajo
El caso de los jóvenes españoles atrapados en un pueblo de Alemania, tras ser engañados con falsas ofertas de trabajo, no es único. La marea social y mediática que ha provocado su situación está comenzando a destapar otros engaños similares, como el de dos transportistas de León que viven una situación aún peor y más complicada. Su prisión: Sierra Leona. Su fianza: su medio de ganarse la vida, sus camiones.
Lo cuenta este domingo LeónNoticias.com y el caso me llega a través de un familiar de una de las víctimas, que pide ayuda para que se conozca el caso.
Antonio y Ramiro llegaron a Sierra Leona en enero, aceptando una oferta de trabajo que les hizo la empresa valenciana Aznar Quarrying Logístic: tenían que llevar sus camiones al país africano para trabajar con ellos en una cantera. Comenzaron a trabajar en marzo (tras un caro viaje de los camiones en barco desde el puerto de Valencia) a pesar de no haber firmado aún el contrato; tal era su desesperación que aceptaron empezar en la cantera mientras se resolvía el papeleo. Pero la firma del contrato se iba retrasando. Y nunca llegaron a firmar. Y nunca les pagaron nada. A los dos meses, abandonaron la cantera.
Ahora están atrapados, sin pasaporte (que entregaron para formalizar los papeles laborales) y con los camiones secuestrados por la empresa que explota la cantera. Sobreviven en pensiones gracias al dinero que, desde España, les mandan sus familias. Unas familias, recuerden, en situación tan precaria que era por ellas por las que habían viajado a África para ganarse la vida.
“Llevamos casi tres meses intentando recuperar la propiedad de nuestros camiones, de los cuales de los cuales se han apropiado y no están dispuestos a devolver. Estamos luchando también por recuperar nuestros pasaportes, ya que no se sabe exactamente donde están y quien los tiene”, le han contado a LeónNoticias.com desde la pensión en la que residen. “Apenas tenemos medios para sobrevivir y hacer frente al día a día y menos para abogados o procuradores”.
Fíjense en cómo estaban el día que partieron a Sierra Leona y cómo están ahora, en una imagen reciente tomada en la pensión en la que malviven: han perdido 33 y 20 kilos. Han sufrido malaria y fiebre tifoidea. Y no pueden salir de allí: no tienen ni dinero para pagarse el viaje de vuelta, ni pasaporte que les permita salir. Además, se quedarían sin lo único que les permite ganarse la vida: sus camiones.
¿Cuántos más Antonios y Ramiros habrá por el mundo? ¿Cuántos más como las decenas de jóvenes españoles atrapados en un pueblo de Alemania? ¿Y cuántos más casos quedan por llegar?
El caso de los jóvenes españoles atrapados en un pueblo de Alemania, tras ser engañados con falsas ofertas de trabajo, no es único. La marea social y mediática que ha provocado su situación está comenzando a destapar otros engaños similares, como el de dos transportistas de León que viven una situación aún peor y más complicada. Su prisión: Sierra Leona. Su fianza: su medio de ganarse la vida, sus camiones.
Lo cuenta este domingo LeónNoticias.com y el caso me llega a través de un familiar de una de las víctimas, que pide ayuda para que se conozca el caso.
Antonio y Ramiro llegaron a Sierra Leona en enero, aceptando una oferta de trabajo que les hizo la empresa valenciana Aznar Quarrying Logístic: tenían que llevar sus camiones al país africano para trabajar con ellos en una cantera. Comenzaron a trabajar en marzo (tras un caro viaje de los camiones en barco desde el puerto de Valencia) a pesar de no haber firmado aún el contrato; tal era su desesperación que aceptaron empezar en la cantera mientras se resolvía el papeleo. Pero la firma del contrato se iba retrasando. Y nunca llegaron a firmar. Y nunca les pagaron nada. A los dos meses, abandonaron la cantera.
Ahora están atrapados, sin pasaporte (que entregaron para formalizar los papeles laborales) y con los camiones secuestrados por la empresa que explota la cantera. Sobreviven en pensiones gracias al dinero que, desde España, les mandan sus familias. Unas familias, recuerden, en situación tan precaria que era por ellas por las que habían viajado a África para ganarse la vida.
“Llevamos casi tres meses intentando recuperar la propiedad de nuestros camiones, de los cuales de los cuales se han apropiado y no están dispuestos a devolver. Estamos luchando también por recuperar nuestros pasaportes, ya que no se sabe exactamente donde están y quien los tiene”, le han contado a LeónNoticias.com desde la pensión en la que residen. “Apenas tenemos medios para sobrevivir y hacer frente al día a día y menos para abogados o procuradores”.
Fíjense en cómo estaban el día que partieron a Sierra Leona y cómo están ahora, en una imagen reciente tomada en la pensión en la que malviven: han perdido 33 y 20 kilos. Han sufrido malaria y fiebre tifoidea. Y no pueden salir de allí: no tienen ni dinero para pagarse el viaje de vuelta, ni pasaporte que les permita salir. Además, se quedarían sin lo único que les permite ganarse la vida: sus camiones.
¿Cuántos más Antonios y Ramiros habrá por el mundo? ¿Cuántos más como las decenas de jóvenes españoles atrapados en un pueblo de Alemania? ¿Y cuántos más casos quedan por llegar?