Se trata de una iniciativa importada de Alemania y Suiza. Con este modelo serían solo los conductores los que financiarían el mantenimiento de las carreteras, y no toda la ciudadanía.
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Aunque por el momento no se trata de una noticia confirmada, fuentes cercanas al Gobierno aseguran que Ineco, la empresa estatal de ingeniería dependiente del Ministerio de Fomento, está estudiando la posibilidad de implantar un canon por el uso de las carreteras.
Se trata de una iniciativa importada de Alemania y Suiza, la viñeta, y que consiste en repartir el coste de mantenimiento de las carreteras entre los conductores, para evitar así que sean todos los ciudadanos los que tengan que correr con los gastos (así se pagan las infraestructuras en el resto de Europa).
En la actualidad, la red de carreteras en nuestro país arrastra un agujero económico de 3.800 millones de euros. Descartada la posibilidad de establecer peajes en las autovías de primera generación, el Ministerio de Fomento explora nuevas posibilidades para aliviar la crítica situación de un sector cuya actividad es vital para la economía del país.
En el anteproyecto de Presupuestos del Estado no está recogida la imposición de este nuevo canon, aunque desde el Ejecutivo no se descarta ninguna posibilidad en un futuro próximo, que dependerá de la situación económica. Cabe recordar que Portugal puso en marcha el pago por el uso de las carreteras por imposición de la troika europea, el organismo que supervisa la economía del país vecino tras el rescate de su deuda.
Según los cálculos de Ineco, el canon reportaría unos beneficios anuales cercanos a los 1.800 millones de euros, una cifra con la que el Ministerio de Fomento podría llevar a cabo sus planes previstos de inversión en la red viaria. En el caso de que, finalmente, la administración optara por la imposición del canon, el Ejecutivo plantearía una tarifa anual de 40 euros para todos los conductores. Con esta medida, además, no sería necesario establecer peajes en las autovías contra los que se posicionó la DGT ya que se evitarían las vías de alta capacidad para usar carreteras secundarias, más peligrosas.
Vía: El Confidencial