Mujer ayudó en la búsqueda de una desaparecida sin saber que era ella a quien buscaban
Una turista en Islandia, se ofreció a ayudar en la búsqueda de una mujer extraviada, pero, lo que no imaginaba es que era ella misma a quien las autoridades estaban buscando. Protagonizaron una intensa búsqueda de una mujer perdida, ni la policía ni la propia turista imaginaban la absurdez de la situación.
La mujer viajó en autobús hasta Eldgja, un cañón volcánico situado al sur de Islandia y cuando finalizó la excursión todos los turistas volvieron al autobús, menos ella. Al menos eso creía el conductor, en realidad si estaba en el autobús, pero con una ropa distinta.
Ocurrió la pasada semana, cuando la policía de la localidad de Eldgjá recibió un aviso de un conductor de autobús afirmando que una mujer asiática se había perdido. La búsqueda comenzó de inmediato y continuó durante dos días, pero sin ningún éxito.
Al tercer día la turista que se ofreció a ayudar, se percató de que la descripción dada sobre la persona perdida (160 cm de estatura, de origen asiático, con ropas oscuras), coincidía completamente con ella, excepto por la ropa.
En cuanto lo comentó, la sorpresa fue mayúscula para todos al ver que habían estado dos días buscando a la persona que tenían al lado. Al parecer ella se cambió de ropa, no llevaba esas ropas oscuras y fue lo que despistó a todos.
Una turista en Islandia, se ofreció a ayudar en la búsqueda de una mujer extraviada, pero, lo que no imaginaba es que era ella misma a quien las autoridades estaban buscando. Protagonizaron una intensa búsqueda de una mujer perdida, ni la policía ni la propia turista imaginaban la absurdez de la situación.
La mujer viajó en autobús hasta Eldgja, un cañón volcánico situado al sur de Islandia y cuando finalizó la excursión todos los turistas volvieron al autobús, menos ella. Al menos eso creía el conductor, en realidad si estaba en el autobús, pero con una ropa distinta.
Ocurrió la pasada semana, cuando la policía de la localidad de Eldgjá recibió un aviso de un conductor de autobús afirmando que una mujer asiática se había perdido. La búsqueda comenzó de inmediato y continuó durante dos días, pero sin ningún éxito.
Al tercer día la turista que se ofreció a ayudar, se percató de que la descripción dada sobre la persona perdida (160 cm de estatura, de origen asiático, con ropas oscuras), coincidía completamente con ella, excepto por la ropa.
En cuanto lo comentó, la sorpresa fue mayúscula para todos al ver que habían estado dos días buscando a la persona que tenían al lado. Al parecer ella se cambió de ropa, no llevaba esas ropas oscuras y fue lo que despistó a todos.