Si os preguntase por los compactos de Ford es probable que cualquiera nos recordase el Focus, el modelo actual, y a su predecesor el Escort; a fin de cuentas estos han sido los dos modelos más populares comercializados por el óvalo azul en Europa en las últimas cinco décadas. No obstante el éxito de los compactos de Ford en Europa se remonta a los años 60 y a uno de los modelos más peculiares que hayan existido, el Ford Anglia, un éxito comercial sin parangón que en aquella época logró el hito de superar el millón de ventas.
El Ford Anglia original nacía en 1939 como un modelo inicialmente diseñado y ensamblado por Ford en Reino Unido y lanzado coincidiendo con la declaración de guerra de los británicos a Alemania. En esta ocasión nos centraremos en su tercera generación (105E) presentada en 1959. Aquel apuesto Ford Anglia que trataba de combinar lo mejor de los utilitarios ingleses, con un frontal y unos faros muy Morris Mini, y lo mejor del diseño estadounidense con una carrocería perfilada aerodinámicamente y culminada con esas aletas dorsales posteriores tan características de los grandes coupés y sedán de la época, como el propio Ford Fairlane o los Studebaker.
Uno de los detalles más curiosos del Ford Anglia estaba en el diseño del pilar C y la inclinación invertida de la luneta trasera. Según la publicidad de la época este diseño tan peculiar tenía una aplicación muy práctica: garantizar que incluso bajo la lluvia, la luneta posterior estuviese siempre despejada, en la medida de lo posible. Inicialmente se presentó como un sedán de dos puertas, no obstante más adelante llegarían también un familiar con portón trasero y un vehículo comercial.
Como ya adelantábamos al principio este Ford Anglia fue todo un éxito con más de un millón de unidades vendidas a lo largo de su vida comercial, lo cual no es tanto, si tenemos en cuenta que el verdadero bombazo de Ford en los años 60 se llamaba Cortina. Y es que el predecesor de los Sierra y Mondeo logró la hazaña de superar los dos millones de ventas en menos de una década. Sin duda eran buenos tiempos para Ford…