A finales de los años 70 Volvo le encargaba a Bertone el diseño de un prototipo moderno, compacto y práctico que estaría basado en otro vehículo comerciado por aquel entonces, el Volvo 343. Ya verán que su parecido con otro modelo francés de los 80 no es ni mucho menos casualidad, es más, esa sería precisamente la razón que impediría que el proyecto de Volvo prosperase, dado que Citroën se adelantaría y aprovecharía el diseño de Marcello Gandini (Bertone) y este prototipo denominado Volvo Tundra para una de las berlinas de corte familiar más populares de todos los tiempos, el Citroën BX.
El modernismo impuesto por aquella época en el diseño automovilístico abogaba por líneas marcadas y afiladas aristas, en este caso además no se veía reñido con la practicidad al carecer de voladizo posterior en sustitución de un portón trasero que facilitaba el acceso al espacio de carga. Precisamente esa característica del Volvo Tundra sería una de las virtudes más apreciadas en el posterior Citroën BX. No sabemos que llegó primero, si lo uno o lo otro, pero lo único cierto es que Volvo no decidió seguir adelante con el proyecto y en 1982 bajo la Torre Eiffel en París se presentaría la famosa berlina francesa.
El diseño del Volvo Tundra escondía además bastantes peculiaridades. El diseño de la línea lateral, la caída del techo y las lunetas posteriores traseras de este coupé causaron tanta estupefacción como críticas. La trasera de tipo Kammback se antojaba tan práctica como aerodinámica, sin ir más lejos en Bertone ya habían experimentado con numerosos diseños que quizás eran demasiado radicales e incomprendidos en aquella época pero que trataban de obtener cierta ventaja aerodinámica, por ejemplo los pasos de rueda carenados en el eje posterior que más tarde veríamos en el BX.
En el frontal se mantuvo un detalle clásico de los Volvo, aunque escorado a la izquierda y en la zona inferior del parachoques delantero. Una parrilla sencilla y minimalista con el emblema de Volvo incrustado en la diagonal.
En fin. Una lástima que no llegase a buen puerto, al menos como Volvo, ¿no creeis?