Después de 7 meses de tener el coche, al fin me he decidido a traerlo a la "gran ciudad" (que es León jeje) y empezar a darle un uso un poco más intensivo. Durante este tiempo, el Astra ha estado conviviendo con mi no menos querido Citroën BX, que es el que conduzco desde que saqué el carnet y al que le he seguido dando el uso como coche principal dejando el Opel para el fin de semana. Hoy decidí que ya era hora de cambiar y dejar el BX para lucirlo como se merece y restaurarlo poco a poco (no creo q me lleve mucho xq está impecable de todo).
Hoy, Martes 26, un Opel Astra 1.4 Turbo rojo, después de su primer viaje de más de 20 km de duración desde la puerta de casa, me ha demostrado que no pude hacer una elección mejor. Tras 10 minutos de viaje me he dado cuenta de verdad lo que tengo entre las manos: una maravilla. La sensaciones que hoy me ha dado el coche han sido muchas y cada vez iban mejorando. La estabilidad que tiene el coche en las curvas es fantástica, la capacidad que me ha demostrado el motor al adelantar o salir disparado hacia adelante con sólo tocar un poco el acelarador es brutal, la respuesta directa de la dirección, etc, etc.
Al llegar a la ciudad no me lo esperaba tan ágil. Para ser un coche de estas características es increíblemente progresivo. El embrague es mantequilla, las velocidades entran solas, los frenos potentes (jodía vieja que se puso a cruzar en medio de una calle). Además la presencia del coche, para ser un Opel Astra que cualquiera se puede comprar, llama la atención. La gente se gira (más o menos), se le queda mirando y yo: "que es un Astra joer, dejadlo ya". Sí, un Astra, pero que Astra. Es un J. Un ejercicio de diseño. Claaaro.
Puede que también tenga sus fallos, pero todas las demás virtudes los compensan.
Mañana lo voy a coger otra vez para pasearlo por León. Aunque no lo necesite para ir del punto A al B. Lo voy a coger porque me da la gana de sentarme al volante a hacer algún kilometro (que los 2.005 que tiene son pocos), porque me gusta el olor a nuevo que tiene y sobre todo porque me encanta este coche. Me parece que hay una nueva droga: la Astritisjotitis, y ya soy adicto.
P.D.: Me he referido a mi coche en particular porque, obviamente, es el que conduzco. Pero quiero que la emoción que me ha provocado hoy el coche se transmita a todos los propietarios de Astras que pueblan este foro y que no se olviden que los problemas son tan grandes como los queramos hacer. Pensad que todo lo malo que pueda tener nuestro coche muchas veces se compensa con una sola sensción positiva que nos transmita (y en la vida funciona igual).
Siento el tostón. Saludos!!!
Hoy, Martes 26, un Opel Astra 1.4 Turbo rojo, después de su primer viaje de más de 20 km de duración desde la puerta de casa, me ha demostrado que no pude hacer una elección mejor. Tras 10 minutos de viaje me he dado cuenta de verdad lo que tengo entre las manos: una maravilla. La sensaciones que hoy me ha dado el coche han sido muchas y cada vez iban mejorando. La estabilidad que tiene el coche en las curvas es fantástica, la capacidad que me ha demostrado el motor al adelantar o salir disparado hacia adelante con sólo tocar un poco el acelarador es brutal, la respuesta directa de la dirección, etc, etc.
Al llegar a la ciudad no me lo esperaba tan ágil. Para ser un coche de estas características es increíblemente progresivo. El embrague es mantequilla, las velocidades entran solas, los frenos potentes (jodía vieja que se puso a cruzar en medio de una calle). Además la presencia del coche, para ser un Opel Astra que cualquiera se puede comprar, llama la atención. La gente se gira (más o menos), se le queda mirando y yo: "que es un Astra joer, dejadlo ya". Sí, un Astra, pero que Astra. Es un J. Un ejercicio de diseño. Claaaro.
Puede que también tenga sus fallos, pero todas las demás virtudes los compensan.
Mañana lo voy a coger otra vez para pasearlo por León. Aunque no lo necesite para ir del punto A al B. Lo voy a coger porque me da la gana de sentarme al volante a hacer algún kilometro (que los 2.005 que tiene son pocos), porque me gusta el olor a nuevo que tiene y sobre todo porque me encanta este coche. Me parece que hay una nueva droga: la Astritisjotitis, y ya soy adicto.
P.D.: Me he referido a mi coche en particular porque, obviamente, es el que conduzco. Pero quiero que la emoción que me ha provocado hoy el coche se transmita a todos los propietarios de Astras que pueblan este foro y que no se olviden que los problemas son tan grandes como los queramos hacer. Pensad que todo lo malo que pueda tener nuestro coche muchas veces se compensa con una sola sensción positiva que nos transmita (y en la vida funciona igual).
Siento el tostón. Saludos!!!