Si se aprueba, los que tenemos coches con motores diésel, estaremos un poco más jodidos.
Los españoles tendrán que pagar más por el diésel para penalizar las
emisiones de CO2 del gasóleo a partir de 2013 si prospera la propuesta
que la Comisión Europea acaba de presentar.
El diésel es más eficaz, pero, como subraya la Comisión, cada litro
de carburante produce más energía y, por lo tanto, más emisiones que los
motores de gasolina.
Dentro del plan de Bruselas para gravar por el CO2 de forma más
directa, la idea es subir el mínimo impositivo en los Veintisiete de 331
euros cada mil litros hasta 412, es decir por encima de lo que paga la
gasolina, cuyo mínimo fiscal está y se quedaría en 359 euros. Los
Estados miembros que no lleguen a este umbral, como España, tienen que
elevarlo progresivamente hasta 2018. Así, España tendría que aumentar
el precio del gasóleo unos ocho céntimos en cinco años.
La propuesta tiene que ser aprobada por unanimidad por
los Gobiernos de los Veintisiete por afectar a la fiscalidad, una de
las políticas donde, por cierto, el acuerdo suele ser más difícil de
conseguir. Y también necesita el visto bueno del Parlamento Europeo.
La Comisión recomienda que el dinero extra recaudado por los Estados
se emplee en rebajar la presión a las empresas por las cotizaciones
sociales.
Fuente, El Mundo.
Los españoles tendrán que pagar más por el diésel para penalizar las
emisiones de CO2 del gasóleo a partir de 2013 si prospera la propuesta
que la Comisión Europea acaba de presentar.
El diésel es más eficaz, pero, como subraya la Comisión, cada litro
de carburante produce más energía y, por lo tanto, más emisiones que los
motores de gasolina.
Dentro del plan de Bruselas para gravar por el CO2 de forma más
directa, la idea es subir el mínimo impositivo en los Veintisiete de 331
euros cada mil litros hasta 412, es decir por encima de lo que paga la
gasolina, cuyo mínimo fiscal está y se quedaría en 359 euros. Los
Estados miembros que no lleguen a este umbral, como España, tienen que
elevarlo progresivamente hasta 2018. Así, España tendría que aumentar
el precio del gasóleo unos ocho céntimos en cinco años.
La propuesta tiene que ser aprobada por unanimidad por
los Gobiernos de los Veintisiete por afectar a la fiscalidad, una de
las políticas donde, por cierto, el acuerdo suele ser más difícil de
conseguir. Y también necesita el visto bueno del Parlamento Europeo.
La Comisión recomienda que el dinero extra recaudado por los Estados
se emplee en rebajar la presión a las empresas por las cotizaciones
sociales.
Fuente, El Mundo.