por bad-boy Sáb 21 Nov 2009 - 16:58
No cuesta tanto copiar la noticia.......:
El pasado mes de febrero, Jesús Vicente Lada compró una
furgoneta Mercedes Vito modelo 109 CDI que le costó 21.000 euros. Tras
siete meses de uso y 11.000 kilómetros de rodaje, el mes pasado el
vehículo se averió y su propietario, gerente de la empresa
Construcciones y Reparaciones Lada, lo llevó al taller del
concesionario, ubicado en Siero.
El jefe del taller le advirtió de que el embrague estaba
quemado y los bajos del vehículo con barro y, según explicó Lada, «me
hizo firmar un documento y poner de puño y letra 'no presupuesto'.
Luego hizo fotografías al embrague y me comunicó que no se hacían cargo
de la avería, que la garantía de la furgoneta no la cubría y que debía
abonar 1.600 euros».
Lada, que se puso en contacto con el servicio de
atención al cliente, del que aún no ha tenido respuesta, sostiene que
cuenta con el carné de conducir desde hace 37 años y que ha tenido
varios vehículos, por lo que asegura que «no recuerdo haber cambiado
nunca un disco de embrague y menos en un vehículo nuevo». Además,
mantiene que la avería del embrague se debe a un error en la
fabricación de la furgoneta.
«Uso excesivo»
El periplo de Jesús Vicente Lada con la avería de la
furgoneta llegó incluso al Principado mediante una queja en la hoja de
reclamaciones. En ella, Lada reitera que el problema del embrague se
debe a un fallo de fábrica.
Sin embargo, el concesionario afirma que «se proporciona
el número de teléfono de atención al cliente, que son quienes recogen
la reclamación y deben contestarla y proporcionar cualquier información
adicional. El embrague presenta daños debidos a un uso excesivo, no
imputables a un defecto de fabricación y no cubiertos, por tanto, por
la garantía del fabricante». Lada acudió ayer al concesionario de
Mercedes-Benz para recoger su vehículo, ya que según señaló, «lo
necesito urgentemente» y como señal de protesta entregó los 1.600 euros
de la avería en dos sacos repletos de monedas de entre uno y cincuenta
céntimos. «Si no me lo quieren coger, yo no me pienso ir de aquí sin la
furgoneta, y si me quieren echar, tendrá que ser esposado», advirtió.
Anteayer intentó ofrecer un cheque, pero en el concesionario se lo
rechazaron.
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