El Ayuntamiento de Madrid limitará la circulación de vehículos privados en el centro de la capital a partir del 1 de enero. Entonces, solo los residentes y aquellas personas que vayan a acceder a los aparcamientos públicos podrán transitar por la zona.
El Ayuntamiento de Madrid planea poner importantes trabas a los vehículos privados con el objetivo de desterrar el uso del coche en la capital. El gobierno municipal que dirige Ana Botella lo tiene muy claro y una de sus medidas más duras será cerrar el centro de Madrid a la circulación de automóviles que no sean de residentes a partir del 1 de enero. Según fuentes del gobierno municipal, los barrios de Sol, Palacio, Cortes y Embajadores conformarán un área restringida de 352 hectáreas, lo que se denomina Área de Prioridad Residencial (APR). Así, los vehículos que no sean propiedad de los vecinos de la zona tendrán vetado el acceso. Tan solo podrán transitar por sus calles si desean estacionar en uno de los 13 aparcamientos situados en el perímetro.
Para que las nuevas restricciones se cumplan, el Ayuntamiento de Madrid colocará un total de 22 cámaras de vigilancia que registrarán las matrículas de los coches que circulen por la zona. Aquellos que no sean residentes y traspasen el límite establecido sin estacionar serán sancionados con 90 euros.
Esta Área de Prioridad Residencial tendrá un coste de mantenimiento de 500.000 euros anuales y se sumará a las otras ya en vigor desde hace tiempo en los barrios de Embajadores y Cortes (conocido también como Las Letras). Las motocicletas podrán acceder libremente entre las siete de la mañana y las diez de la noche, y las furgonetas y camiones que lleven mercancías a comercios de la zona podrán hacerlo los días laborables de diez de la mañana a una del mediodía. Como decíamos al comienzo, esta decisión forma parte del Plan de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que para el año 2020 pretende acabar con el uso del coche privado en la parte central de la capital limitada por la M-30.
El Ayuntamiento de Madrid planea poner importantes trabas a los vehículos privados con el objetivo de desterrar el uso del coche en la capital. El gobierno municipal que dirige Ana Botella lo tiene muy claro y una de sus medidas más duras será cerrar el centro de Madrid a la circulación de automóviles que no sean de residentes a partir del 1 de enero. Según fuentes del gobierno municipal, los barrios de Sol, Palacio, Cortes y Embajadores conformarán un área restringida de 352 hectáreas, lo que se denomina Área de Prioridad Residencial (APR). Así, los vehículos que no sean propiedad de los vecinos de la zona tendrán vetado el acceso. Tan solo podrán transitar por sus calles si desean estacionar en uno de los 13 aparcamientos situados en el perímetro.
Para que las nuevas restricciones se cumplan, el Ayuntamiento de Madrid colocará un total de 22 cámaras de vigilancia que registrarán las matrículas de los coches que circulen por la zona. Aquellos que no sean residentes y traspasen el límite establecido sin estacionar serán sancionados con 90 euros.
Esta Área de Prioridad Residencial tendrá un coste de mantenimiento de 500.000 euros anuales y se sumará a las otras ya en vigor desde hace tiempo en los barrios de Embajadores y Cortes (conocido también como Las Letras). Las motocicletas podrán acceder libremente entre las siete de la mañana y las diez de la noche, y las furgonetas y camiones que lleven mercancías a comercios de la zona podrán hacerlo los días laborables de diez de la mañana a una del mediodía. Como decíamos al comienzo, esta decisión forma parte del Plan de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid que para el año 2020 pretende acabar con el uso del coche privado en la parte central de la capital limitada por la M-30.