La Guardia Civil de Tráfico realizó un control de velocidad en Leiro (Ribadumia), y colocó el radar en un lugar inusual: entre dos contenedores de la basura. Así lo atestiguan los pocos conductores que circularon por esa carretera -la que une Mosteiro con Ponte Arnelas, limitada en una gran parte a 50 kilómetros por hora- y que se percataron de la presencia del artilugio "camuflado" entre dos bidones verdes, de recogida de restos orgánicos.
Expertos consultados señalan que las normas de tráfico no establecen la obligatoriedad de avisar de la presencia de un control de velocidad -como sí se hace en muchas carreteras o autopistas con los puntos fijos- ni a que estos estén en un vehículo estacionado en el arcén. Incluso aducen que en ocasiones estos dispositivos se colocan sobre trípodes, encastrados en las puertas laterales de automóviles o a bordo de un helicóptero, como ocurre con el reciente "Pegasus".
Las sanciones por causas o en situaciones insólitas tuvieron hace 15 días un buen ejemplo en Poio, donde la Policía Local de este municipio impuso una decena de multas a conductores que supuestamente habían girado la cabeza más de 45 grados durante la conducción para mirar precisamente un radar. Esas sanciones provocaron una avalancha de críticas, y aunque los agentes manifestaron que habían hecho su trabajo correctamente, el Ayuntamiento decidió crear una comisión que investigará lo sucedido y que decidirá si deja sin efecto esas sanciones.
Más información en:
http://www.farodevigo.es/portada-arousa/2014/06/04/trafico-recurre-radares-camuflados-contenedores/1035919.html
Expertos consultados señalan que las normas de tráfico no establecen la obligatoriedad de avisar de la presencia de un control de velocidad -como sí se hace en muchas carreteras o autopistas con los puntos fijos- ni a que estos estén en un vehículo estacionado en el arcén. Incluso aducen que en ocasiones estos dispositivos se colocan sobre trípodes, encastrados en las puertas laterales de automóviles o a bordo de un helicóptero, como ocurre con el reciente "Pegasus".
Las sanciones por causas o en situaciones insólitas tuvieron hace 15 días un buen ejemplo en Poio, donde la Policía Local de este municipio impuso una decena de multas a conductores que supuestamente habían girado la cabeza más de 45 grados durante la conducción para mirar precisamente un radar. Esas sanciones provocaron una avalancha de críticas, y aunque los agentes manifestaron que habían hecho su trabajo correctamente, el Ayuntamiento decidió crear una comisión que investigará lo sucedido y que decidirá si deja sin efecto esas sanciones.
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El radar fue fotografiado ayer en la recta de Leiro, en el municipio de Ribadumia