El coche de lujo en ESPAÑA de los años 65...
video: https://youtu.be/BdcWbGwUiLA
VII Concentración Club Dodge de España: Salamanca 11/09/2010
El emblema Dodge Dart se ha puesto de actualidad recientemente con la presentación del nuevo sedán compacto de Dodge para Estados Unidos. Pero el Dart de la Corporación Chrysler es un nombre con mucho significado y solera en la industria del automóvil español. Sin ir más lejos allá por 1965 se iniciaba la construcción en Villaverde del Dodge Dart español, fruto del tesón y la ambición de Barreiros Diesel S.A., una compañía que había comenzado sus andanzas con una línea de autobuses, transformando motores de gasolina en diésel después y revolucionando la industria del transporte rodado en nuestro país.
La situación en España era bastante delicada como para lanzarse a una aventura de este calibre. Aún así Eduardo Barreiros trató de vencer el aislamiento comercial en el que se encontraba sumida la España de la dictadura y estableció un fructífero acuerdo con Chrysler para fabricar, entre otros, el Dodge Dart en Villaverde. Debido al proteccionismo reinante en España por aquella época la mayoría de las piezas las proporcionaba Chrysler en un kit que más tarde se ensamblaría en la fábrica de Barreiros en la barriada de Madrid.
Imaginémonos la repercusión que tuvo por aquella época el ensamblado en España de dos vehículos de lujo, bastante caros y con los motores de mayor cilindrada que se hubieran visto por aquí hasta la fecha, como eran el Dodge Dart y el 3700. Por primera vez en España se empezaba a ensamblar, en una línea de producción masiva, un vehículo equipado con un motor de seis cilindros y 3.7 litros. Como no podía ser menos y dada la trayectoria de Barreiros también habría hueco para un Dodge Dart Diesel, lento e incómodo, pero diésel y económico a fin de cuentas.
Desgraciadamente la historia de Barreiros no terminó nada bien. El Dodge Dart que hoy venera cualquier amante de los clásicos fue también la peor decisión de la vida de Eduardo Barreiros. En aquella época se realizó el primer estudio de mercado de la industria del automóvil, un análisis que vaticinaba unas previsiones de ventas no superiores a 6.000 unidades el primer año y 3.000 el segundo. No obstante Barreiros ya se había comprometido a comprar suministros para el ensamblado de más de 15.000 unidades.
Las ventas no cumplían con las expectativas y la entrada del capital del Grupo Chrysler acabó devorando el gigantesco emporio creado por Eduardo Barreiros partiendo de una pequeña empresa familiar que explotaba una modesta línea de autobuses en Orense. Eduardo y su familia acabaron perdiendo el control de la empresa y Chrysler vio una oportunidad de oro, que tampoco supo aprovechar, de introducirse en aquella España que a duras penas trataba de motorizarse
video: https://youtu.be/BdcWbGwUiLA
VII Concentración Club Dodge de España: Salamanca 11/09/2010
El emblema Dodge Dart se ha puesto de actualidad recientemente con la presentación del nuevo sedán compacto de Dodge para Estados Unidos. Pero el Dart de la Corporación Chrysler es un nombre con mucho significado y solera en la industria del automóvil español. Sin ir más lejos allá por 1965 se iniciaba la construcción en Villaverde del Dodge Dart español, fruto del tesón y la ambición de Barreiros Diesel S.A., una compañía que había comenzado sus andanzas con una línea de autobuses, transformando motores de gasolina en diésel después y revolucionando la industria del transporte rodado en nuestro país.
La situación en España era bastante delicada como para lanzarse a una aventura de este calibre. Aún así Eduardo Barreiros trató de vencer el aislamiento comercial en el que se encontraba sumida la España de la dictadura y estableció un fructífero acuerdo con Chrysler para fabricar, entre otros, el Dodge Dart en Villaverde. Debido al proteccionismo reinante en España por aquella época la mayoría de las piezas las proporcionaba Chrysler en un kit que más tarde se ensamblaría en la fábrica de Barreiros en la barriada de Madrid.
Imaginémonos la repercusión que tuvo por aquella época el ensamblado en España de dos vehículos de lujo, bastante caros y con los motores de mayor cilindrada que se hubieran visto por aquí hasta la fecha, como eran el Dodge Dart y el 3700. Por primera vez en España se empezaba a ensamblar, en una línea de producción masiva, un vehículo equipado con un motor de seis cilindros y 3.7 litros. Como no podía ser menos y dada la trayectoria de Barreiros también habría hueco para un Dodge Dart Diesel, lento e incómodo, pero diésel y económico a fin de cuentas.
Desgraciadamente la historia de Barreiros no terminó nada bien. El Dodge Dart que hoy venera cualquier amante de los clásicos fue también la peor decisión de la vida de Eduardo Barreiros. En aquella época se realizó el primer estudio de mercado de la industria del automóvil, un análisis que vaticinaba unas previsiones de ventas no superiores a 6.000 unidades el primer año y 3.000 el segundo. No obstante Barreiros ya se había comprometido a comprar suministros para el ensamblado de más de 15.000 unidades.
Las ventas no cumplían con las expectativas y la entrada del capital del Grupo Chrysler acabó devorando el gigantesco emporio creado por Eduardo Barreiros partiendo de una pequeña empresa familiar que explotaba una modesta línea de autobuses en Orense. Eduardo y su familia acabaron perdiendo el control de la empresa y Chrysler vio una oportunidad de oro, que tampoco supo aprovechar, de introducirse en aquella España que a duras penas trataba de motorizarse