Sale a subasta un coche únido de hace 90 años, recuperado por un amante de la mecánica. Es el American Lafrance Speedster, una maravilla que parece salida de la revolución industrial.
Lo confieso. No sabía de donde diablos salían los American LaFrance. Por suerte, una rápida consulta en Internet me salvó de la ignominia. Los American LaFrance eran los típicos coches de bomberos de los años 20. En esa época, la compañía hizo construir un pequeño puñado de vehículos de dos plazas, que se reservaban para que los usasen los jefes de bomberos. Esa era la teoría. En la práctica, la mayoría de esas joyas fueron vendidos en última instancia, a los ejecutivos de American LaFrance.
Un tipo llamado JS Hadley, de Delaware, EE.UU. decició construir uno de esos míticos y rarísimos coches hace unas décadas. Pasó más de dos años fabricándolo, haciendo algunas piezas él mismo y, sin duda, ha hecho un trabajo brillante. El chasis 5022 data de 1923 y se cree que pertenecía originalmente a un camión autobomba. Lo unió a un motor V12 American LaFrance, todo un hallazgo, ya que fueron diseñados en la década de los años 40 y siguiendo las pautas de Lycoming, un fabricante de motores a pistón de aviones. Lo mejor, que tenía muy pocos kilómetros y que rinde nada menos que 200 CV de potencia. Este propulsor está acoplado a una transisión de tres velocidades (manual, por supuesto).
Arqueología mecánica: motor V12 American LaFrance
Lo mejor de la “restauración” de Hadley es que ha conseguido conservar todas las características de los LaFrance, como las planchas de aluminio fundido del piso y los instrumentos recortados de latón, con medidores e interruptores clásicos. Además está equipado con los gigantescos faros de latón, construidos por Portable Light Co., de Nueva York. Otras características incluyen los frenos de tambor estilo Vesta, pero sobre todo el extraño (por raro de ver) parabrisas monóculo MotoMeter Royce, los dos tanques de gasolina montados en la parte trasera, y las llantas de madera de 25 pulgadas originales.
Hadley asegura que con su hermosa creación llegó a alcanzar 75 millas por hora (120 km/h). Eso sí, por lo que he leído, el Speedster hace tanto ruido que la gente lo oye venir desde un kilómetro y medio de distancia. Perfecto para llamar la atención, parado (por su claro estilo steampunk) y en movimiento.
Si te apoetece recordar los tiempos del automovilismo atronador clásico, el Speedster se subastará mañana 12 de octubre por RM Auctions, con un precio estimado de venta de entre 50.000 y 60.000 dólares (entre 38.500 y 46.200 euros, todo un chollo).
Fuente: RM Auctions