por LaNiña Mar 28 Ago 2012 - 14:43
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Los dientes de leche delatan al asesino
Los informes a los que ha tenido acceso LA RAZÓN concluyen que se fabricó un horno para calcinar a los niños a 800 grados y no dejar rastro, pero la mandíbula y el maxilar protegieron los dientes del fuego.
Se estrecha el cerco sobre José Bretón. Después de diez meses, en los que ha bromeado con la Policía, ha jugado con los investigadores y se ha encarado con el juez, el juego llega a su fin. El padre de Ruth y José, de seis y dos años respectivamente se queda sin protagonismo. Sus palabras ya no interesan, hay pruebas que importan más que él y eso le va a pasar factura. El tercer informe sobre los restos recuperados de la hoguera que hizo José Bretón en Las Quemadillas ha servido para corroborar lo que muchos investigadores sospechaban hace tiempo, que Bretón llegó a la finca con los niños, presuntamente los mató y quemó sus cuerpos para hacerlos desaparecer. Esta línea de investigación no fue descartada en ningún momento a pesar de que el informe forense de la Policía indicaba que los huesos encontrados eran de animales. Aunque ayer, el ministro del Interior no descartó que se pudiese tratar de «un error científico».Después llegaron los careos y los registros de cada centímetro de las dos viviendas de Las Quemadillas, de la finca, el río... Cuando parecía que iba a salirse con la suya, la tenacidad de la familia de su mujer ha dado sus frutos. Cuando la investigación estaba en punto muerto, los investigadores le sugirieron que encargara otro informe de parte sobre los restos y le propusieron un nombre, el médico forense Francisco Etxeberria. Fue el principio del fin para Bretón. Su informe reveló que los restos eran humanos y que probablemente podrían pertenecer a dos niños. Después llegó la confirmación por parte del doctor José María Bermúdez de Castro, codirector de las investigaciones de Atapuerca. Hasta el día de ayer, Bretón seguía con su juego. Necesitaba sentirse importante y enviaba cartas a los medios de comunicación sin el permiso de su abogado. En la última dijo que «alguien cuidaba de sus niños». La partida se acerca a su fin. El juez ha solicitado otros dos informes a la Policía y al forense de Atapuerca para que no haya género de dudas. Bretón presuntamente mató a sus hijos, intentó borrar todas las huellas y no lo consiguió. Han sido los dientes de leche de su hija, a la que no podía ni ver, los que han acabado con la farsa.