Al volante ni una gota de alcohol, al menos eso es lo que propone María Seguí como directora de la Dirección General de Tráfico para reducir una de las lacras de la siniestralidad en las carreteras, un hecho que se confirma con el reciente estudio que os presentábamos que demostraba lo decisivo que resultó el alcohol y las drogas en los fallecidos en 2011 en accidentes de tráfico. El objetivo final es la tolerancia cero ante el alcohol, algo que ya se ha establecido con las drogas y la intensificación de los controles en cualquier vía y a cualquier hora, y no únicamente en los entornos de ambiente nocturno y discotecas.
Según la DGT el alcohol es peligroso y resta facultades desde el primer sorbo, de ahí que sea necesario un endurecimiento de los criterios actuales. Recordemos que para el conductor particular la tasa de alcohol en sangre no debe ser superior a 0.5 gramos/litro o 0.25 miligramos/litro de aire espirado, viéndose reducido para los noveles con menos de dos años de carné y profesionales a 0.3 gramos y 0.15 miligramos, respectivamente.
0.0 gramos/litro de alcohol en sangre en Europa
Esta medida que a priori podría parecer excesiva ya se ha implantado desde hace años en muchos países del entorno europeo. En algunos países nórdicos es común el límite de 0.2 gramos/litro para todos los conductores. En Alemania o Suiza la tasa cero ya está en vigor para profesionales y noveles. Otros países incluso como Hungría o República Checa exigen tasa cero de alcoholemia para todos los conductores. Por contra Irlanda, Reino Unido y Malta tienen los límites máximos de alcohol permitido con 0.8 gramos/litro en sangre para todos los conductores.
Nuestros vecinos franceses incluso han ido más allá en una medida que probablemente se extenderá al resto de la Unión, la obligatoriedad del alcoholímetro portátil. Evidente esta obligación no conlleva que el conductor vaya a utilizarlo, ni por desgracia la efectividad del aparato que siempre está sujeto a un margen de error y a la variación paulatina del grado de alcoholemia con el paso de las horas, pero al menos garantiza que los conductores cuenten con la posibilidad de analizar si teóricamente están en condiciones de conducir o no.
Señores y señoritas ya sabeis si vais beber luego no os pongais al volante.