“Señor Ford, gracias”; Bonnie y Clyde
Un mes antes de morir a manos de la policía, los dos ladrones más famosos de Estados Unidos escribieron una carta a Henry Ford para agradecerle la fabricación de un vehículo tan potente que les facilitara la huida.
Para muchos Bonnie y Clyde se parecen a Warren Beatty y Faye Dunaway. Ambos son los actores que llevaron al cine la historia de los dos ladrones más famosos de Estados Unidos, una pareja de película que puso en jaque a las fuerzas de seguridad estadounidenses durante los años 30.
El 23 de mayo de 1934, Clyde Chestnut Barrow y Bonnie Elizabeth Parker morían acribillados a manos de la policía cuando se encontraban a bordo de su Ford V-8 modelo B, en una emboscada propiciada por la traición de los componentes de su propia banda. Clyde tenía apenas 25 años, y en el momento de su muerte la policía le atribuía decenas de robos a bancos y gasolineras y hasta 12 asesinatos, cometidos con la ayuda de su inseparable compañera Bonnie, de apenas 23.
A pesar de que sus golpes siempre estaban bañados con sangre, ambos se convirtieron en figuras legendarias adoradas por millones de ciudadanos en una época de profunda crisis económica.
El trágico final de Bonnie y Clyde comenzó a gestarse cuando decidieron cruzar de un estado a otro. En ese instante sus delitos pasaron a ser de competencia federal, poniendo a todo el departamento del FBI tras su pista. La oficina federal llegó a un acuerdo con parte de la banda, gracias al cual lograron tenderles una emboscada a las afueras de Salies, en Luisiana. Bonnie y Clyde encontraron su final cuando conducían el vehículo que tantas veces les había salvado de las garras de la policía.
El Ford de Bonnie y Clyde, tras el tiroteo
Paradójicamente, tan solo un mes antes, escribieron una carta de su puño y letra dirigida al mismísimoHenry Ford, el patrón de la firma de automóviles Ford, para agradecerle la fabricación de un vehículo tan potente:
“Muy señor mío:
Mientras tenga aire en mis pulmones, le seguiré agradeciendo el coche tan genial que usted ha fabricado. He conducido coches de Ford exclusivamente cuando podía escapar con uno. Por su velocidad sostenida y su capacidad de librarme de los problemas, Ford ha conseguido lo que ningún otro coche e, incluso aunque mi profesión no sea estrictamente legal, no le hace ningún daño a nadie que le diga qué gran coche tiene usted en el V-8.
Sinceramente suyo,
Clyde Champion Barrow”
Vía: La Información
Un mes antes de morir a manos de la policía, los dos ladrones más famosos de Estados Unidos escribieron una carta a Henry Ford para agradecerle la fabricación de un vehículo tan potente que les facilitara la huida.
Para muchos Bonnie y Clyde se parecen a Warren Beatty y Faye Dunaway. Ambos son los actores que llevaron al cine la historia de los dos ladrones más famosos de Estados Unidos, una pareja de película que puso en jaque a las fuerzas de seguridad estadounidenses durante los años 30.
El 23 de mayo de 1934, Clyde Chestnut Barrow y Bonnie Elizabeth Parker morían acribillados a manos de la policía cuando se encontraban a bordo de su Ford V-8 modelo B, en una emboscada propiciada por la traición de los componentes de su propia banda. Clyde tenía apenas 25 años, y en el momento de su muerte la policía le atribuía decenas de robos a bancos y gasolineras y hasta 12 asesinatos, cometidos con la ayuda de su inseparable compañera Bonnie, de apenas 23.
A pesar de que sus golpes siempre estaban bañados con sangre, ambos se convirtieron en figuras legendarias adoradas por millones de ciudadanos en una época de profunda crisis económica.
El trágico final de Bonnie y Clyde comenzó a gestarse cuando decidieron cruzar de un estado a otro. En ese instante sus delitos pasaron a ser de competencia federal, poniendo a todo el departamento del FBI tras su pista. La oficina federal llegó a un acuerdo con parte de la banda, gracias al cual lograron tenderles una emboscada a las afueras de Salies, en Luisiana. Bonnie y Clyde encontraron su final cuando conducían el vehículo que tantas veces les había salvado de las garras de la policía.
El Ford de Bonnie y Clyde, tras el tiroteo
Paradójicamente, tan solo un mes antes, escribieron una carta de su puño y letra dirigida al mismísimoHenry Ford, el patrón de la firma de automóviles Ford, para agradecerle la fabricación de un vehículo tan potente:
“Muy señor mío:
Mientras tenga aire en mis pulmones, le seguiré agradeciendo el coche tan genial que usted ha fabricado. He conducido coches de Ford exclusivamente cuando podía escapar con uno. Por su velocidad sostenida y su capacidad de librarme de los problemas, Ford ha conseguido lo que ningún otro coche e, incluso aunque mi profesión no sea estrictamente legal, no le hace ningún daño a nadie que le diga qué gran coche tiene usted en el V-8.
Sinceramente suyo,
Clyde Champion Barrow”
Vía: La Información