Plymouth Superbird, un muscle car de pura raza derivado de la competición. El Plymouth Road Runner Superbird se trataba de un coche de competición homologado para las calles, una tirada limitada a 1.920 unidades que Plymouth hubo de producir para el público para poder competir en la NASCAR. Plymouth pertenecía al Grupo Chrysler, y el Superbird es un producto virtualmente idéntico al 1969 Dodge Charger Daytona.
Lo más llamativo era el impresionante kit de carrocería, un frontal aerodinámico y el gigantesco spoiler trasero. Un detalle curioso es que se creía que la forma del spoiler respondía a una compleja fórmula aerodinámica, cuando en 1990 se reveló que tenía dicha forma para que el maletero se pudiese abrir con normalidad. Los efectos de este kit no se mostraban hasta superados los 140 km/h. Los Superbird de competición alcanzaban velocidades de cerca de 250 km/h en carrera.
Se ofrecía con tres motores V8 HEMI, dos unidades “básicas” de 440 pulgadas cúbicas (7,2 litros de cilindrada) con potencias de hasta 390 CV declarados en la versión 440-6 Barrel. No obstante, la joya de la corona era un pesado 426 “Elephant” (7,0 litros), cuya versión de calle – directamente derivada de competición – declaraba 425 CV de potencia. Pruebas en dinamómetros revelaron que su potencia rondaba más bien los 450 CV, política muy habitual por parte de las marcas en su época.