En 2012 se cumple el cincuenta aniversario del lanzamiento del MGB, un roadster británico que definió el segmento de los cabrio asequibles y dió pie a sucesores ulteriores como el Mazda MX-5. En 1965 se lanzó el MGB-GT, una versión coupé con carrocería hatchback y unas líneas preciosas. Bajo su capó latía un cuatro de cilindros de 1,8 litros y poco más de 90 CV de potencia. Su bastidor encerraba mucha diversión, pero a un ritmo pausado. La fiabilidad mecánica tampoco fue renombrada en los MGB.
De hecho, fue uno de los aspectos más criticados en su día e incluso hoy día. 50 años después de su lanzamiento, es un producto clásico con mucho sabor pero más que superado. Sin embargo, una empresa británica llamada Frontline Developments ha comenzado a producir versiones actualizadas de este clásico, prácticamente desde cero. Un avanzado proyecto restomod cuyo fruto es el MGB-GT LE50, un MGB-GT con tecnología Mazda, equipamiento moderno y prestaciones de infarto.
En muchos aspectos, ser el propietario de un vehículo así es la perfección: mientras que el cuerpo sigue siendo igual de clásico y armónico, el coche no adolece de problemas mecánicos y tiene unas prestaciones superiores a las de muchos vehículos actuales. Frontline Developments parte de un chasis de MGB-GT construido en base a las especificaciones originales por British Motor Heritage Ltd. De ahí conserva su diseño exterior, pero el resto de elementos se reemplazan por otros completamente nuevos.
Sin ir más lejos, se construye un nuevo interior que deja atrás el posicionamiento asequible del MGB. Se construyen unos nuevos bacquéts clásicos forrados en cuero, se tapiza el resto del habitáculo en Alcantara y aunque se conserva un volante original, la instrumentación Smith es nueva, como también lo es un equipo de sonido JL Audio de gama alta con subwoofer y conectividad auxiliar. El aislamiento del habitáculo es soberbio, con la ayuda de insonorizante Dinamat.
A nivel de chasis, se ha desechado el sistema de frenado original y se montan discos ventilados y perforados abrazados por pinzas de cuatro pistones. La suspensión es independiente en ambos ejes y en el trasero se ha montado un sistema ajustable de cinco puntos. Además, es posible pedir en opción un diferencial autoblocante para el eje trasero. Todo ello no tendría sentido si el coche no montase un motor 2.0 de origen Mazda, un atmosférico de rabiosa actualidad que ha sido muy retocado.
El propulsor recibe nuevos pistones forjados, nuevos árboles de levas, válvulas de alto rendimiento o una nueva admisión, además de un escape deportivo y un nuevo sistema de gestión. El resultado es una potencia estimada de 215 CV atmosféricos y un par motor de 235 Nm. El motor va acoplado a una caja de cambios Mazda de seis relaciones, a través de las que consigue acelerar hasta los 100 km/h en sólamente 5 segundos, casi tan rápido como un Porsche Cayman S.
Un producto de ensueño, en resumen, que nos costará 49.990 libras esterlinas si queremos adquirirlo actualmente. No obstante, se producirá en números limitados. Sólo 50 unidades verán la luz del día, una por cada año que ha transcurrido desde el lanzamiento del MGB.