La mayoría de las personas eligen el color de su coche por razones estéticas, prácticas o personales, sin considerar los aspectos de la seguridad, según un estudio realizado por una asociacion de concesionarios españoles, y difundido hoy.
El análisis, que estudia las circunstancias que influyen en la elección del tono del vehículo, evidencia que la elección de la tonalidad viene determinada directamente por factores como la personalidad, la edad, el sexo, la clase social y el uso que finalmente decidan darle, así como por las emociones que son capaces de despertar en su entorno más inmediato.
Desvela el estudio que el 75% de las personas que acude a un concesionario para elegir coche acaba inclinándose por la compra de automóviles claros. Desde la perspectiva de clase social, las más altas se inclinan por coches de colores oscuros; las mujeres eligen tonos claros, al contrario que los hombres, mientras que los jóvenes optan por colores vivos, frente a los tonos más sobrios que definen a los adultos.
El estudio muestra que las personas que se inclinan por la compra de vehículos de colores oscuros, como el negro o el azul marino, tienden a la búsqueda de la elegancia, la sobriedad y el estatus de poder.
Ello explica que la mayoría de los automóviles de lujo e incluso los coches oficiales respondan a estas tonalidades "más protocolarias" .
Los colores grises, que encabezan los primeros puestos internacionales de venta, son los predilectos de aquellas personas que desean transmitir elegancia, respeto y distinción, además de un cierto estilo y gusto por lo "futurista".
El informe constata que, mientras los usuarios que adquieren este color en gamas altas lo hacen por razones de imagen, los que compran vehículos de gama más baja lo hacen, además, influenciados por cuestiones prácticas como la facilidad de limpieza o la seguridad.
En la actualidad, el 87% de los siniestros se produce en coches de otras tonalidades (negro, marrón y verde), mientras que los vehículos menos accidentados son los plata, grises, rojos y amarillos. El estudio apunta que las personas que conducen coches de tonos brillantes y metalizados son "tipos" claramente optimistas, que, además de buscar la elegancia y la sofisticación de los propietarios de vehículos grises, quieren atraer la atención de aquellos que les rodean.
El color blanco es el predilecto de personas alegres, pero indecisas, que no se atreven a comprar vehículos de colores más fuertes ante la duda que les ocasiona la amplia gama cromática del mercado; no obstante, su menor coste suele inclinar a menudo la balanza hacia esta tonalidad. En general, los conductores que se sientan al volante de vehículos blancos son personas prácticas que optan por tonos "más sufridos".
Los compradores que optan por los rojos y azules profundos para su vehículo se consideran, por lo general, dinámicas y con mucha energía, por lo que estos colores suelen ser muy demandados para los coches deportivos de lujo y aquellos de gamas inferiores propios de conductores jóvenes rebeldes y apasionados.
Además de la personalidad del conductor y de las emociones que desea evocar en su entorno, el informe de Faconauto revela que el sexo y la edad son también dos factores determinantes en la elección de unos colores u otros.
Así, los hombres prefieren mayoritariamente los coches oscuros, frente a las mujeres que optan por colores más claros, aunque en caso de compartir auto, el informe constata que el hombre es capaz de elegir tonos más claros sólo por complacer a su pareja.
La edad es un claro determinante para la elección cromática del vehículo, de forma que las personas maduras prefieren los colores oscuros, siempre más serios y señoriales, mientras que los jóvenes apuestan por los tonos vivos y llamativos, que suelen coincidir con coches más pequeños y compactos.
El análisis, que estudia las circunstancias que influyen en la elección del tono del vehículo, evidencia que la elección de la tonalidad viene determinada directamente por factores como la personalidad, la edad, el sexo, la clase social y el uso que finalmente decidan darle, así como por las emociones que son capaces de despertar en su entorno más inmediato.
Desvela el estudio que el 75% de las personas que acude a un concesionario para elegir coche acaba inclinándose por la compra de automóviles claros. Desde la perspectiva de clase social, las más altas se inclinan por coches de colores oscuros; las mujeres eligen tonos claros, al contrario que los hombres, mientras que los jóvenes optan por colores vivos, frente a los tonos más sobrios que definen a los adultos.
El estudio muestra que las personas que se inclinan por la compra de vehículos de colores oscuros, como el negro o el azul marino, tienden a la búsqueda de la elegancia, la sobriedad y el estatus de poder.
Ello explica que la mayoría de los automóviles de lujo e incluso los coches oficiales respondan a estas tonalidades "más protocolarias" .
Los colores grises, que encabezan los primeros puestos internacionales de venta, son los predilectos de aquellas personas que desean transmitir elegancia, respeto y distinción, además de un cierto estilo y gusto por lo "futurista".
El informe constata que, mientras los usuarios que adquieren este color en gamas altas lo hacen por razones de imagen, los que compran vehículos de gama más baja lo hacen, además, influenciados por cuestiones prácticas como la facilidad de limpieza o la seguridad.
En la actualidad, el 87% de los siniestros se produce en coches de otras tonalidades (negro, marrón y verde), mientras que los vehículos menos accidentados son los plata, grises, rojos y amarillos. El estudio apunta que las personas que conducen coches de tonos brillantes y metalizados son "tipos" claramente optimistas, que, además de buscar la elegancia y la sofisticación de los propietarios de vehículos grises, quieren atraer la atención de aquellos que les rodean.
El color blanco es el predilecto de personas alegres, pero indecisas, que no se atreven a comprar vehículos de colores más fuertes ante la duda que les ocasiona la amplia gama cromática del mercado; no obstante, su menor coste suele inclinar a menudo la balanza hacia esta tonalidad. En general, los conductores que se sientan al volante de vehículos blancos son personas prácticas que optan por tonos "más sufridos".
Los compradores que optan por los rojos y azules profundos para su vehículo se consideran, por lo general, dinámicas y con mucha energía, por lo que estos colores suelen ser muy demandados para los coches deportivos de lujo y aquellos de gamas inferiores propios de conductores jóvenes rebeldes y apasionados.
Además de la personalidad del conductor y de las emociones que desea evocar en su entorno, el informe de Faconauto revela que el sexo y la edad son también dos factores determinantes en la elección de unos colores u otros.
Así, los hombres prefieren mayoritariamente los coches oscuros, frente a las mujeres que optan por colores más claros, aunque en caso de compartir auto, el informe constata que el hombre es capaz de elegir tonos más claros sólo por complacer a su pareja.
La edad es un claro determinante para la elección cromática del vehículo, de forma que las personas maduras prefieren los colores oscuros, siempre más serios y señoriales, mientras que los jóvenes apuestan por los tonos vivos y llamativos, que suelen coincidir con coches más pequeños y compactos.