La Guardia Urbana de Barcelona ha iniciado hoy una campaña de control de los conductores que hablan por teléfono móvil o manipulan sus GPS mientras conducen, tras detectar que han crecido un 7,5% las infracciones por este tipo de distracciones.
Según ha informado hoy el intendente de la Guardia Urbana Sergi Amposta, la policía local de Barcelona impuso durante el año pasado un total de 16.252 denuncias por conducir utilizando dispositivos de telefonía móvil, accionando el GPS o con auriculares conectados, una cifra que representa un 7,5% más que en el 2009.
La principal causa de accidentes en la ciudad son las distracciones al volante y suponen aproximadamente un 18% de los siniestros de tráfico urbanos. Durante el año pasado, se produjeron en la ciudad un total de 1.577 accidentes de tráfico en los que el conductor reconoció que se había distraído.
Por este motivo, la Guardia Urbana llevará a cabo entre hoy y el próximo día 13 una campaña de concienciación y control del uso del móvil y otros dispositivos en la conducción.
En su primer control, montado hoy ante los medios de comunicación en la confluencia de la Gran Vía con la Rambla de Cataluña, en apenas media hora han sido sancionados 4 conductores de turismos, un motorista y un ciclista, todos ellos por hablar por teléfono móvil mientras circulaban.
Hasta el domingo, cada distrito de Barcelona dispondrá de una patrulla, día y noche, dedicada exclusivamente a perseguir estas infracciones, que están penadas con una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné de conducir.
Además, un coche camuflado de la Guardia Urbana perseguirá también estas infracciones con el objetivo de seguir reduciendo la siniestralidad en el tráfico urbano, que el año pasado cayó un 7%.
El intendente Sergi Amposta ha destacado que el hábito de hablar por móvil mientras se conduce "es una conducta de riesgo" que se ha extendido también a los ciclistas y ha informado de que durante el año pasado un total de 57 ciclistas fueron sancionados en Barcelona por hablar por el móvil mientras circulaban por la vía pública.
Amposta ha recalcado que utilizar de manera inadecuada el teléfono móvil, manipular dispositivos de GPS o ir escuchando música con los auriculares puestos distraen al conductor, provocan una falta de atención y en muchas ocasiones son el origen de accidentes.
La campaña de control incluirá mensajes en los paneles de información del tráfico de la ciudad, tanto en las rondas como en el casco urbano, para concienciar a los conductores de que deben mantener la atención en la carretera sin distraerse utilizando cualquier dispositivo que requiera su intervención manual.
Según ha informado hoy el intendente de la Guardia Urbana Sergi Amposta, la policía local de Barcelona impuso durante el año pasado un total de 16.252 denuncias por conducir utilizando dispositivos de telefonía móvil, accionando el GPS o con auriculares conectados, una cifra que representa un 7,5% más que en el 2009.
La principal causa de accidentes en la ciudad son las distracciones al volante y suponen aproximadamente un 18% de los siniestros de tráfico urbanos. Durante el año pasado, se produjeron en la ciudad un total de 1.577 accidentes de tráfico en los que el conductor reconoció que se había distraído.
Por este motivo, la Guardia Urbana llevará a cabo entre hoy y el próximo día 13 una campaña de concienciación y control del uso del móvil y otros dispositivos en la conducción.
En su primer control, montado hoy ante los medios de comunicación en la confluencia de la Gran Vía con la Rambla de Cataluña, en apenas media hora han sido sancionados 4 conductores de turismos, un motorista y un ciclista, todos ellos por hablar por teléfono móvil mientras circulaban.
Hasta el domingo, cada distrito de Barcelona dispondrá de una patrulla, día y noche, dedicada exclusivamente a perseguir estas infracciones, que están penadas con una multa de 200 euros y la retirada de 3 puntos del carné de conducir.
Además, un coche camuflado de la Guardia Urbana perseguirá también estas infracciones con el objetivo de seguir reduciendo la siniestralidad en el tráfico urbano, que el año pasado cayó un 7%.
El intendente Sergi Amposta ha destacado que el hábito de hablar por móvil mientras se conduce "es una conducta de riesgo" que se ha extendido también a los ciclistas y ha informado de que durante el año pasado un total de 57 ciclistas fueron sancionados en Barcelona por hablar por el móvil mientras circulaban por la vía pública.
Amposta ha recalcado que utilizar de manera inadecuada el teléfono móvil, manipular dispositivos de GPS o ir escuchando música con los auriculares puestos distraen al conductor, provocan una falta de atención y en muchas ocasiones son el origen de accidentes.
La campaña de control incluirá mensajes en los paneles de información del tráfico de la ciudad, tanto en las rondas como en el casco urbano, para concienciar a los conductores de que deben mantener la atención en la carretera sin distraerse utilizando cualquier dispositivo que requiera su intervención manual.