Será más efectiva que un condón para prevenir el embarazo. Con esta píldora los hombres podrán controlar si quieren ser padres, o no. Les permitirá eyacular sin carga de espermatozoides. No tendrán que tomarla diario, como las mujeres, pues ellos sólo tomarán una dosis cada 15 días; no subirán de peso, ni se pondrán sensibles, no perderán su masculinidad, simplemente producirán menor número de espermatozoides, hasta que así lo decidan; cuando dejen el medicamento podrán procrear cuantas veces quieran.
Es una realidad que tiene fecha: 2019, cuando en las farmacias de México se comience a comercializar la píldora anticonceptiva masculina.
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) llevan dos años de investigación al respecto; hoy especulan cuáles son las bondades del medicamento. Han probado el 1,4,6-androstantrieno-3,17diona (ATD) en ratas de laboratorio y los resultados son sorprendentes, pues han logrado reducir la producción de espermatozoides a cero.
Las ratas son su modelo animal de experimentación. A los machos les han aplicado el medicamento en la adolescencia y ya adultos. “El comportamiento no cambia, siguen comportándose como machos, buscan a las hembras, eyaculan, pero no generan espermatozoides”, dice Adriana Morales Otal, del departamento de Biología de la Reproducción de la UAM.
“Después de dos años de experimentación sabemos que de aplicarse el medicamento en píldora para hombres tendría que ser en edad adolescente y adulta y se espera que no tenga ningún efecto secundario, pues como parte de la experimentación estamos por confirmar que suspendiendo el medicamento las ratas vuelven a producir espermatozoides”, dice la investigadora.
En estos modelos experimentales se altera la espermatogénesis del testículo, ya que se reduce el número de espermatogonias, de células de Sertoli, con la consecuente disminución en la producción de espermatozoides.
La doctora no descarta que el descubrimiento pueda utilizarse en el control de plagas de ratas, gatos o perros, pues si se aplica este compuesto en hembras gestantes dará origen a machos infértiles.
La función del ATD es similar a la de los anabólicos que usan los fisicoculturistas para aumentar la masa muscular, pues una de las características de estos es que reduce la cantidad de espermatozoides.
En otros países la anticoncepción masculina también se encuentra en una fase experimental. En Australia dejó de ser un asunto de ratas de laboratorio, pues científicos del Instituto de Investigación Anzac han implantado una inyección de progestina, una hormona utilizada en las píldoras anticonceptivas femeninas, en 55 hombres, como resultado han logrado que durante un año de tratamiento ninguna de las parejas de estos hombres quedara embarazada. El método también es reversible.
Mexicana o australiana, la píldora anticonceptiva tendría una buena aceptación entre los hombres que han pensado en someterse a una vasectomía, pues al ser más sensibles al dolor que las mujeres, prefieren una pastilla que una cirugía.
Según el Centro Latinoamericano Salud y Mujer, dos tercios de la población masculina encuestada a nivel mundial afirma que les gustaría utilizarla, si existiera.
Hoy, en ninguna parte del mundo está a la venta en farmacias; para ello falta por lo menos una década más, pero los hombres, sobre todo jóvenes, ven con buenos ojos que sean ellos quienes tengan la posibilidad de decidir su reproducción.
En la actualidad sólo hay dos posibilidades para ellos: la vasectomía y utilizar el preservativo. La primera opción es una intervención quirúrgica mediante la cual se cortan y ligan los conductos en el interior del escroto, por lo que se interrumpe el paso de espermatozoides y, por lo tanto, la capacidad fecundadora del hombre.
Pero a nivel mundial a cualquier hombre que le digan que le cortarán los conductos en el interior del escroto se le van las fuerzas, sólo de pensarlo. Pueba de ello son las cifras, pues sólo 10% de los hombres en el mundo se la han practicado.
Y México no es el ejemplo, pues desde hace 10 años esta práctica se ha estancado a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la cantidad de hombres que la eligen como método de planificación familiar va en aumento.
Según estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 1995 hubo 23 mil 53 operaciones; en 1998 disminuyeron a 20 mil 686; en 2005 hubo un ligero repunte a 25 mil 190 cirugías, y en 2006 bajó a 23 mil 964 casos.
Para que los hombres se salven de la cirugía y la cambien por una píldora aún faltan estudios minuciosos de la fisiología del testículo y, sobre todo, que una empresa farmaceútica se interese en comercializar lo que investigadores de universidades ya llevan como adelanto. Aún así, Adriana Morales, de la UAM, asegura que no tardará más de diez años para llegar a las farmacias.
No será un sustituto del condón, pues no evita enfermedades de transmisión sexual, pero se colocará como una opción frente a la vasectomía, pues de todos los métodos anticonceptivos que la Secretaría de Salud pone a disposición de los mexicanos, este proceso quirúrgico sólo representa 2.8%, y mucho tiene que ver con el miedo que los hombres le tienen al dolor.