Todos los fabricantes emplean vinilos, cuanto menos llamativos, para camuflar coches. ¿Por qué son tan feos? ¿Qué quieren conseguir con ellos?
La industria del automóvil y la de smartphones y tablets tiene ciertas similitudes y la más llamativa es la relacionada con la filtración de nuevos modelos. Muchas de estas fugas se producen durante la prueba de estos prototipos en carretera convencional y por ello lo más normal ahora mismo es que todos los coches estén pintados con vinilos decorativos que engañan al ojo humano. De esta forma se pueden hacer pruebas sin que sea intuyan las formas finales del vehículo. El objetivo es camuflar coches para que no se distingan sus formas, ¿pero porqué vinilos tan feos?
Hasta hace no muchos años el problema no era tan grande, había que cazar al coche con camuflaje, tener una cámara de fotos, ir a casa, enviar la fotografía a algún medio, etcétera. Pero con un smartphone es mucho más sencillo y peligroso para los fabricantes ocultar sus coches hasta el momento en que deben ser presentados al público. Camuflar coches se convierte en una prioridad para los diseñadores porque muchas encuestas sostienen que de los cuatro puntos básicos para comprar un coche, la estética es uno de ellos, y desvelar algo antes del lanzamiento puede ser un error ya que no tiene porqué ser definitivo.
Por ejemplo, en Ford llevan muchos años trabajando por mejorar estos antiestéticos vinilos para hacer que sea complicado hacerse una idea de las formas del coche con camuflaje. El fabricante norteamericano está probando métodos más eficaces de ocultar sus vehículos durante todo el proceso de desarrollo con el mismo.
En primer lugar se usan vinilos adhesivos con patrones para engañar al ojo y, como hemos dicho, ocultar las líneas del cuerpo que definirán al coche. Estos patrones te dejan adivinar la forma general pero en los detalles es donde se guarda el diseño y eso con estos vinilos es casi imposible distinguirlos. La segunda técnica es usar vinilos que hagan que las fotografías salgan siempre muy oscuras para que los fotógrafos espías tengan más problemas a la hora de hacer su trabajo. Con un smartphone se complica notablemente la tarea, no así con una buena cámara réflex.
Estos vinilos han ido perfeccionándose con el paso de los años. Inicialmente eran capaces de dar al traste el trabajo aerodinámico por el notable incremento en el peso del vehículo con este camuflaje. Ahora no añaden mucho peso, son rápidos de instalar y además universales por lo que el mismo camuflaje es compatible con varios desarrollos en paralelo, lo normal en cualquier industria.
Ford también emplea paneles falsos para la carrocería con el objetivo de cambiar las formas del vehículo añadiendo anchura o longitud al coche para mantener en secreto las dimensiones y la proporción del coche final. Esto sumado a los vinilos hace muy complicado adivinar cómo será un coche por sus pruebas en carretera abierta.
Como es lógico, la ciencia tras el camuflaje de los coches en fase de pruebas está en constante desarrollo y muchas de las técnicas que usan no nos las desvelarán hasta que sean sustituidas por otras.
Fuente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]