Hasta ahora GM había reconocido la muerte de 13 personas en Norteamérica en relación con el defecto que afecta a millones de vehículos y que permite el apagado del motor cuando el automóvil está en funcionamiento, lo que también provoca la desconexión de varios sistemas, como el de airbag. En su primer informe a las seis semanas de empezar a aceptar reclamaciones, el administrador del fondo de compensación establecido por GM, Ken Feinberg, señaló que ha aceptado las reclamaciones de 19 muertes y 12 lesionados, tras recibir 445 solicitudes de compensación.
Del número de lesionados cuyas peticiones han sido admitidas, cuatro pertenecen a la categoría 1, que incluye las lesiones más graves como tetraplejía, paraplejía, amputaciones dobles, daño cerebral permanente o graves quemaduras. Los otros ocho lesionados son de la categoría 2, que incluye lesiones físicas que requirieron hospitalización en las 48 horas después del accidente.
El fondo pagará a las víctimas en un plazo de entre 90 y 180 días desde el momento en que la solicitud es considerada "sustancialmente completa" por Feinberg y su equipo. En total, Feinberg ha recibido solicitudes de indemnización correspondientes a 125 fallecidos, 58 lesionados de la categoría 1 y 262 lesionados de la categoría 2, según el informe que dio a conocer hoy. General Motors estableció en junio de este año un fondo de compensación para las víctimas del defecto del sistema de ignición y designó al abogado Ken Feinberg su administración de forma independiente a la compañía.
Tras aceptar el trabajo, Feinberg, quien estuvo a cargo del programa de compensación de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y del de la Maratón de Boston de 2013, dijo que GM no había establecido ningún límite económico al tamaño del fondo.
El abogado también señaló que la compensación mínima por persona fallecida será de 1 millón de dólares. El fondo empezó a recibir solicitudes de compensación el 1 de agosto y seguirá aceptando las peticiones hasta el 31 de diciembre de este año. En junio Feinberg explicó que aquellos que se sumen a este programa "voluntario" tendrán que firmar un documento en el que explícitamente renuncien a demandar judicialmente al fabricante de automóviles. "Este programa está pensado para ayudar a los lesionados, no para castigar a General Motors", añadió Feinberg.
En febrero de este año GM anunció que unos 2,6 millones de vehículos producidos en la última década tenían un defecto en el sistema de ignición y anunció un programa para reparar el problema que le costará a la empresa unos 1.300 millones de dólares, según lo estimado por la compañía.
Tras reconocer la existencia del defecto, GM empezó a ser investigada por las autoridades estadounidenses para determinar responsabilidades dentro de la compañía. GM también lanzó su propia investigación interna. El informe de la investigación señaló que la empresa actuó de forma "inaceptable", con "incompetencia y negligencia" cuando sus empleados ocultaron durante años un mortal defecto en el sistema de ignición.
El fabricante anunció el despido de 15 personas y medidas disciplinarias para otras seis en niveles ejecutivos y consideradas responsables de ocultar la existencia del defecto aunque no reveló sus identidades.
Del número de lesionados cuyas peticiones han sido admitidas, cuatro pertenecen a la categoría 1, que incluye las lesiones más graves como tetraplejía, paraplejía, amputaciones dobles, daño cerebral permanente o graves quemaduras. Los otros ocho lesionados son de la categoría 2, que incluye lesiones físicas que requirieron hospitalización en las 48 horas después del accidente.
El fondo pagará a las víctimas en un plazo de entre 90 y 180 días desde el momento en que la solicitud es considerada "sustancialmente completa" por Feinberg y su equipo. En total, Feinberg ha recibido solicitudes de indemnización correspondientes a 125 fallecidos, 58 lesionados de la categoría 1 y 262 lesionados de la categoría 2, según el informe que dio a conocer hoy. General Motors estableció en junio de este año un fondo de compensación para las víctimas del defecto del sistema de ignición y designó al abogado Ken Feinberg su administración de forma independiente a la compañía.
Tras aceptar el trabajo, Feinberg, quien estuvo a cargo del programa de compensación de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y del de la Maratón de Boston de 2013, dijo que GM no había establecido ningún límite económico al tamaño del fondo.
El abogado también señaló que la compensación mínima por persona fallecida será de 1 millón de dólares. El fondo empezó a recibir solicitudes de compensación el 1 de agosto y seguirá aceptando las peticiones hasta el 31 de diciembre de este año. En junio Feinberg explicó que aquellos que se sumen a este programa "voluntario" tendrán que firmar un documento en el que explícitamente renuncien a demandar judicialmente al fabricante de automóviles. "Este programa está pensado para ayudar a los lesionados, no para castigar a General Motors", añadió Feinberg.
En febrero de este año GM anunció que unos 2,6 millones de vehículos producidos en la última década tenían un defecto en el sistema de ignición y anunció un programa para reparar el problema que le costará a la empresa unos 1.300 millones de dólares, según lo estimado por la compañía.
Tras reconocer la existencia del defecto, GM empezó a ser investigada por las autoridades estadounidenses para determinar responsabilidades dentro de la compañía. GM también lanzó su propia investigación interna. El informe de la investigación señaló que la empresa actuó de forma "inaceptable", con "incompetencia y negligencia" cuando sus empleados ocultaron durante años un mortal defecto en el sistema de ignición.
El fabricante anunció el despido de 15 personas y medidas disciplinarias para otras seis en niveles ejecutivos y consideradas responsables de ocultar la existencia del defecto aunque no reveló sus identidades.