Dunas, montañas, ríos, cañones, desfiladeros, desiertos de sal, pedregales rotos, fesh-fesh… Son algunos de los hostiles terrenos a los que deberá enfrentarse el nuevo Peugeot 2008 DKR en el próximo Dakar. Para superar el reto, el equipo Peugeot-Total apuesta por una atrevida elección técnica, un avanzado concepto de dos ruedas motrices y motor diésel.
Para equilibrar posibilidades, el reglamento compensa la superioridad de los 4x4 otorgando algunas ventajas a los coches de dos ruedas motrices, más liviano que un competidor de cuatro ruedas motrices y con ruedas más grandes (Michelin 37/12,5/17), que también permiten un voladizo delantero más alto.
Con recorridos de suspensión más generosos (460 mm en vez de 250 mm), el 2008 DKR dispone de gran capacidad de franqueo y absorción de obstáculos. Otro elemento decisivo es su sistema de inflado remoto de neumáticos que permite modificar la presión desde el habitáculo para afrontar una duna y, luego, restablecer la presión adecuada. Con ello puede ganar minutos preciosos en relación a los equipos 4x4. Por cierto, tiene un depósito de 400 litros. Disfruta de motor 3.0 V6 diésel biturbo de 340 CV/800 Nm en posición central-trasera y de unas pequeñas dimensiones exteriores (4.099 mm de largo, 1.912 de alto y 2.033 mm de ancho, con una batalla o distancia entre ejes de 2.800 mm) que deben conferir una capacidad muy «ratonera».
Más allá de la convicción, sostenida por Red Bull, de que un dos ruedas motrices es más espectacular y tiene numerosas ventajas por aprovechar, incluso sobre terrenos inhóspitos, esta opción técnica es lógica para el fabricante francés al contar con modelos como el 2008 de serie, un crossover de dos ruedas motrices equipado con la tecnología Grip Control para pasar por terrenos complicados. De ahí lo adecuado del 2008 DKR con idéntica configuración de impulsión, listo para abordar las dificultades del Dakar.