A veces las soluciones están donde menos se espera. Fijándonos en las hormigas podrían resolverse los atascos en las horas punta.
Seguro que alguna vez has visto a dos grupos de hormigas juntándose en sus caminos… y también te has dado cuenta de que nunca chocan entre sí. Por alguna misteriosa razón, el grupo más grande toma de forma instintiva el derecho de vía, y el grupo más pequeño es el que se separa y espera para pasar. No son únicas, ya que las abejas y las termitas muestran un comportamiento muy parecido.
Inspirado por este comportamiento, el investigador en telecomunicaciones Carnegie Mellonde, de la Universidad Ozan Tonguz se preguntó si podría aplicarse algo parecido al tráfico.
Empezó en 2009 con la idea y está desarrollando desde entonces un sistema virtual de semáforos se basa en la idea de que cuando los vehículos que se aproximan a una intersección utilizan una red inalámbrica de vehículo a vehículo para comunicarse unos con otros. Un algoritmo, ya patentado, evaluará el número y la dirección de desplazamiento de los vehículos y determinar qué grupo de vehículos en la misma dirección es el más grande.
Los vehículos en el grupo más grande tendrían una luz verde (o equivalente) en la pantalla de su tablero de instrumentos, dejando que sus conductores continúen, mientras que los coches en los grupos más pequeños con los que se cruzan tendrían luces rojas. Cuando el grupo más grande se reduzca lo suficiente, el siguiente grupo más grande recibiría luz verde.
Según Tonguz, las simulaciones han demostrado que el uso del sistema podría reducir los tiempos de viaje entre un 40 y un 60% durante las horas punta. Durante los próximos dos años planea desarrollar algoritmos que tengan en cuenta también la presencia de ciclistas y peatones, así como la creación de un simulador a gran escala, para acabar probando la tecnología en cruces reales.
El proyecto ha recibido ya dos millones de dólaes de fondos para continuar con el desarrollo en EE.UU. Además, se ha creado ya una empresa spin-off para desarrollar la tecnología.
Este sistema no es único. Uno muy similar está siendo desarrollado por la Universidad Técnica de Dresde y el ETH de Zurich. En este, los semáforos se mantendrían en las calles, pero serían capaces de comunicarse con los vehículos y el resto de semáforos, coordinando sus señales para optimizar el flujo del tráfico.
Fuente: Virtual Traffic Lights paper (pdf)
Vía: New Scientist