Un concesionario vendió por error a través de internet un flamente BMW 320i por tan solo euro. Sus responsables lamentan lo sucedido, aunque la publicidad que ha generado la noticia le reportará suculentos beneficios.
Coches.com es un buen ejemplo de la transformación que el sector de la distribución de automóviles está viviendo en todo el mundo. Con los concesionarios tradicionales en serio riesgo de viabilidad, por lo que la venta de vehículos a través de internet se perfila como la forma de negocio principal del presente y del futuro.
La práctica es segura, pero en ocasiones, los ordenadores juegan malas pasadas. Lo sucedido a un concesionario neozelandés es buen ejemplo de ello. Si los protagonistas de esta historia hubieran optado por coches.com, a buen seguro hubieran evitado el susto (ya que se comprueban uno a uno todos los anuncios para evitar que haya errores o posibles fraudes (ya que las mafias usan las webs de ventas de coches para lucrarse).
Pero este caso es un despiste. Un concesionario neozelandés puso a la venta a través de un portal de venta de automóviles un flamante BMW 320i (probablemente una unidad de la generación E36), que, por un error humano, fue valorado en tan solo 1 dólar. Stadium Cars, que así se llama el concesionario, se percató del falló cuando ya era tarde, y es que algún usuario avispado que navegaba por allí adquirió el vehículo antes de que el portal pudiera subsanar el error. “Pensé ¡caray!, pero es lo que había” ha declarado el nuevo propietario del BMW 320i, cuya identidad no ha sido revelada.
La noticia corrió por los mentideros de internet hasta que el concesionario no tuvo más remedio que salir a la palestra, lamentando un error que le ha provocado pérdidas en torno a los 3.000 dólares. “Es el coche más barato que hemos vendido y, afortunadamente, el único entregado por un euro”, ha declarado Mike Nokes, gerente del concesionario. Aunque esperan que la situación no vuelva a repetirse, lejos de culpar a Trade Me, portal donde se realizó la venta, Nokes asume su parte de responsabilidad ya que “creemos firmemente en el proceso de subasta y en que sea justo para compradores y vendedores por igual”.
Además, la operación no ha resultado tan perjudicial para el concesionario como en un primer momento pudiera parecer, y es que la publicidad gratuita que se ha generado con lo sucedido, a buen seguro le reportarán beneficios mucho mayores a los 3.000 euros que han dejado de ganar.
Vía: El Economista