Imagina por un momento que pudieras hacerte con un “prototipo” que tuviera todo, o casi todo, para ser el verdadero deportivo del futuro. Doble cabina, exhaustivo trabajo aerodinámico incluyendo pasos de rueda traseros carenados, motor trasero central y, lo más importante de todo, licencia para su circulación por carreteras públicas.
Se trata del Italdesign Aztec concebido por el estudio de diseño de Giorgetto Giugiaro a finales de los años ochenta. En su interior la conjunción mecánica entre la transmisión y tracción a las cuatro ruedas de un Lancia Delta HF Integrale y el motor de cinco cilindros en línea y 20 válvulas del Audi Quattro, llevado hasta algo más de 250 CV. Pero lo mejor sin duda es que este prototipo, lejos de quedar relegado al efímero éxito de un salón del automóvil como el de Turín de 1988 en el que se presentó, fue producido en una limitadísima tirada que inicialmente se programó en una cincuentena, pero que dificilmente alcanzaría las veinte unidades. Sin duda alguna es toda una pieza de coleccionista.
Su extravagante carrocería fue construida en aluminio, fibra de carbono y kevlar. Para que el conductor y su acompañante, en cabinas diferentes, entablasen conversación incluye un intercomunicador. El acceso al habitáculo del Italdesign Aztec Barchetta se practica, además, por un techo desmontable de plexiglass. Pese a su diseño tan radical sus creadores, y los responsables últimos de su desarrollo Motoren Technik Mayer (más conocidos por sus siglas MTM), lograron su homologación en Alemania.
Incluso 25 años después de su creación, el Italdesign Aztec haría las delicias del más geek de los conductores. En ambos lados en el exterior se incluyó una interfaz que, entre otras cosas, permitía conocer datos como el nivel de combustible, aceite o líquido de frenos y activar una toma de corriente de 12 voltios o una conexión hidráulica introduciendo unos códigos numéricos de tres dígitos.
Su precio por aquel entonces era tan elevado como su exotismo. El Italdesign Aztec se fabricó bajo encargo con un precio que superaba con creces el de un Ferrari Testarossa 512 TR. Actualmente incluso existe la posibilidad de adquirir alguno perfectamente conservado y prácticamente nuevo, con apenas 100 kilómetros recorridos. Así nos lo hace saber la compañía Specialized Vehicle Solutions Ltd., un distribuidor británico que cuenta en su catálogo con una unidad que fue registrada originalmente en Reino Unido.
