Un coche cargado es menos ágil, necesita más metros para frenar y tiene menos estabilidad. Continental recuerda la posibilidad de utilizar un portaequipajes homologado para la carga sobre el techo y, en todo caso, de revisar el estado de los neumáticos y de aumentar su presión de inflado para viajar muy cargados.
En temporada estival, por vacaciones y fiestas patronales, se multiplican los largos desplazamientos por carretera, generalmente con el coche cargado. La carga perjudica el comportamiento dinámico del coche, reduce prestaciones, agilidad, alarga las distancias de frenado y empeora la estabilidad. Distribuir correctamente la carga en el vehículo aumenta la seguridad, la comodidad del conductor y los pasajeros, facilita la conducción e incluso reduce el consumo.
La firma de neumáticos y componentes del automóvil Continental propone los siguientes consejos para hacer más fácil y seguro el viaje vacacional:
No sobrepasar la carga máxima autorizada del vehículo: figura en la ficha técnica e incluye los ocupantes.
Los objetos más pesados deben ir en la parte baja y más adelantada del maletero: esto evita elevar el centro de gravedad y aumentar el peso por detrás del eje trasero del vehículo. En la parte superior se colocarán los más ligeros y los que se necesiten a mano.
Si la carga no cubre toda la superficie del maletero es conveniente sujetarla con una red de protección: así se evita que se desplace durante el viaje pudiendo sorprender al conductor con sacudidas debidas al peso. También se protege la propia carga.
No colocar objetos en el interior del habitáculo: reducen la seguridad en caso de accidente y también la comodidad de los pasajeros.
Dejar libre de objetos la bandeja trasera: reducen la visibilidad y se convierten en proyectiles que multiplican su peso en función de la velocidad, en caso de accidente o frenada de emergencia.
En coches de tres y cinco puertas, familiares y en todos los que el maletero comunica con el habitáculo: no sobrepasar la línea de carga marcada por la bandeja trasera o cortinilla que cubre la carga. Solo puede cargarse por encima de ella si colocamos una red o reja separadora para evitar que la carga invada el habitáculo en caso de accidente o frenada de emergencia.
Si necesitamos colocar carga en el techo del vehículo es obligatorio hacerlo sobre un portaequipajes homologado: además es recomendable utilizar un cofre de techo para aumentar la seguridad de la carga y reducir el consumo de combustible.
Para objetos muy largos hay que tener en cuenta ciertas normas: no pueden sobresalir por delante ni por los laterales del vehículo y por detrás solo lo harán un 10% si son objetos divisibles o un máximo del 15% si son indivisibles. Si la carga sobresale por detrás es necesario señalizarlo con una placa homologada V-20 de 50x50 cm.
Continental recomienda además un paso previo: revisar el estado y presión de los neumáticos, pues en un viaje largo y con el coche cargado estos se someten a mayor esfuerzo. Por un lado, la temperatura ambiente y del asfalto es superior en verano, a lo que se suma la propia temperatura generada por la rodadura durante largos periodos de tiempo y a alta velocidad.
Además el neumático debe soportar mayores fuerzas debido al mayor peso del vehículo. Es importante que los neumáticos se encuentren en buen estado (dibujo de la banda de rodadura, sin abultamientos, sin cortes o grietas...) y aumentar la presión de inflado hasta la recomendada por el fabricante para circular a plena carga.
En temporada estival, por vacaciones y fiestas patronales, se multiplican los largos desplazamientos por carretera, generalmente con el coche cargado. La carga perjudica el comportamiento dinámico del coche, reduce prestaciones, agilidad, alarga las distancias de frenado y empeora la estabilidad. Distribuir correctamente la carga en el vehículo aumenta la seguridad, la comodidad del conductor y los pasajeros, facilita la conducción e incluso reduce el consumo.
No sobrepasar la carga máxima autorizada del vehículo: figura en la ficha técnica e incluye los ocupantes.
Los objetos más pesados deben ir en la parte baja y más adelantada del maletero: esto evita elevar el centro de gravedad y aumentar el peso por detrás del eje trasero del vehículo. En la parte superior se colocarán los más ligeros y los que se necesiten a mano.
Si la carga no cubre toda la superficie del maletero es conveniente sujetarla con una red de protección: así se evita que se desplace durante el viaje pudiendo sorprender al conductor con sacudidas debidas al peso. También se protege la propia carga.
No colocar objetos en el interior del habitáculo: reducen la seguridad en caso de accidente y también la comodidad de los pasajeros.
Dejar libre de objetos la bandeja trasera: reducen la visibilidad y se convierten en proyectiles que multiplican su peso en función de la velocidad, en caso de accidente o frenada de emergencia.
En coches de tres y cinco puertas, familiares y en todos los que el maletero comunica con el habitáculo: no sobrepasar la línea de carga marcada por la bandeja trasera o cortinilla que cubre la carga. Solo puede cargarse por encima de ella si colocamos una red o reja separadora para evitar que la carga invada el habitáculo en caso de accidente o frenada de emergencia.
Si necesitamos colocar carga en el techo del vehículo es obligatorio hacerlo sobre un portaequipajes homologado: además es recomendable utilizar un cofre de techo para aumentar la seguridad de la carga y reducir el consumo de combustible.
Para objetos muy largos hay que tener en cuenta ciertas normas: no pueden sobresalir por delante ni por los laterales del vehículo y por detrás solo lo harán un 10% si son objetos divisibles o un máximo del 15% si son indivisibles. Si la carga sobresale por detrás es necesario señalizarlo con una placa homologada V-20 de 50x50 cm.
Continental recomienda además un paso previo: revisar el estado y presión de los neumáticos, pues en un viaje largo y con el coche cargado estos se someten a mayor esfuerzo. Por un lado, la temperatura ambiente y del asfalto es superior en verano, a lo que se suma la propia temperatura generada por la rodadura durante largos periodos de tiempo y a alta velocidad.
Además el neumático debe soportar mayores fuerzas debido al mayor peso del vehículo. Es importante que los neumáticos se encuentren en buen estado (dibujo de la banda de rodadura, sin abultamientos, sin cortes o grietas...) y aumentar la presión de inflado hasta la recomendada por el fabricante para circular a plena carga.